
Hoy le conocemos como uno de los ocho Arandas que integran el clan investigado dentro de la operación Oikos, pero en aquel mes de junio de 1989 se trataba de un prometedor futbolista que trataba de hacerse un hueco en la plantilla del Real Valladolid. «Era el típico delantero tanque que protegía bien el balón, pero lento», recuerdan los que coincidieron con él en Zorrilla. Francisco Javier Aranda Ortega, más conocido como Kiko Aranda, recaló en Valladolid con la temporada 88/89 ya iniciada, ya en navidades, y no terminó de cuajar por lo que su estancia fue más bien breve en la disciplina blanquivioleta. Sin embargo, sí le dio tiempo a participar de la expedición que viajó hasta Madrid para afrontar la final de la Copa del Rey. Aquel partido se entendió como un premio para toda la plantilla y la directiva encabezada por Miguel Ángel Pérez Herranz decidió que viajaran todos.
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Aquel '9' prometedor de El Palo (Málaga), hoy vinculado al cártel de los Aranda y con antecedentes por blanqueo de capitales y tráfico de drogas, presenció aquella final en las gradas del estadio Calderón como un aficionado del Real Valladolid más.
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