Pacheta da explicaciones en una de las pausas de hidratación. A. Mingueza

Condenados a anhelar lo que no se tiene

Pase filtrado ·

El autor deduce que el equipo ha perdido un plan por el camino y está en proceso de recuperarlo, pero tampoco hay que volverse locos a la hora de buscarlo porque 'hay lo que hay'

Joaquín Robledo

Valladolid

Sábado, 21 de agosto 2021, 07:48

Parece que estamos condenados a vivir anhelando lo que nos falta, que nos apena la carencia precisa porque la convertimos en la excusa que nos justifica, el condicionante que impide conseguir aquello que nos proporcionará la felicidad. Más aún si dicha carestía se ha producido ... de forma tan reciente que mantenemos un recuerdo que nos permite valorar el antes como para temer el después. Así, la ausencia -con aire de definitiva- de Marcos André ha generado una sensación de desasosiego, un '¿qué será ahora de nosotros?', como si de haber interiorizado que la temporada iba a resultar un paseo primaveral hayamos pasado a temer una travesía a la Antártida como la que anunciaba el explorador Ernest Shackleton: «Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso».

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Una cosa sí refleja la ausencia: un voto público de pobreza. Desde fuera, desde donde miramos los aficionados, observamos la debilitación voluntaria del bloque. Una vez visto el partido, la hipótesis se confirmó. Marcos André permite jugar de una forma que es imposible sin él. La apuesta de jugar con dos delanteros introduce una dificutad en el reparto de roles, arriesga a presentar cromos repetidos. La versatilidad del brasileño permitía que, a diferencia de la primera parte de ayer, uno más uno fueran dos.

Del cuaderno de ideas se han arrancado hojas, hemos perdido un plan. Pero esto es lo que hay y no conviene lamentarse, más que nada porque es una forma inútil de perder energías. Hay lo que hay. Y a veces ese 'lo que hay' nos aporta un rédito inesperado al aprovechar la oportunidad que antes se le negaba. Ayer descubrimos que Toni rinde más allá del minuto sesenta. Perdón, perdón era broma. Nadie lo dudaba, pero ustedes me entienden.

Ese 'lo que hay' define lo que somos más allá de relatos voluntaristas, ganas de levantar el optimismo o de esconder una apuesta timorata. Podemos discutir si jugamos con tres defensas o con cinco, si a los laterales se les incluye en la línea de centrocampistas o en la de defensa. Con ver los nombres y el desempeño, no queda duda. Son cinco atrás. Y de ahí, se empuja hacia adelante. No pasa nada, sin más es lo que se ve. Ya veremos cómo resulta.

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