Las claves de la merecida victoria del Athletic ante el Real Valladolid

Los costados resultaban imparables para el equipo local que nunca fue capaz de limitar el potencial bilbaíno en las alas. Los dos bólidos de la escudería Williams rompían repetidamente al espacio y ni Fresneda ni Escudero, que sufrió una barbaridad sin ayudas, eran capaces de bajar la barrera. Tampoco desde la banda llegaban soluciones que ayudaran a los jugadores a limitar las virtudes de los extremos rojiblancos catapultados por dos futbolistas que jugaron a placer: Sancet y de Marcos. Otra vez el Real Valladolid permitió una cantidad ingente de remates sobre su portería. La segunda parte, y tras el cero a dos de Guruzeta, los blanquivioletas ofrecieron señales de equipo derrotado y la superioridad visitante se manifestó de forma evidente con posesiones larguísimas y jugadores del Real Valladolid persiguiendo sombras o, directamente, dimitiendo de la presión.

El césped del José Zorrilla pareció el jardín de la casa de Óscar de Marcos. El capitán rojiblanco jugó un partido comodísimo en el que nadie le puso en apuros en defensa y pudo incorporarse continuamente al ataque. Significativo como su primer centro al área llega a los diez segundos de partido. Escudero ocupó el lateral izquierdo y se vio muy superado. Ya no de forma individual, que en alguna ocasión con Iñaki Williams también, sino en lo colectivo gracias al dos para uno ofensivo que permanentemente podían realizar lateral y extremo ante el defensor local. Las ayudas a Escudero eran escasas y no existía un plan para frenar a la banda derecha del Athletic.

Ampliar

De Marcos firmó una gran asistencia en el gol de Guruzeta y dejó seis centros y diez pases en último tercio de ataque. Por su parte, Iñaki metió sexta para crear tres oportunidades de gol y enviar cinco centros al área. Entre ambos hicieron del partido un calvario para Sergio Escudero.

Ampliar

Antes del segundo gol del Athletic, Pacheta ya tenía preparados a Sergio León y a Álvaro Aguado para entrar a jugar. Guruzeta doblaba la ventaja que llevaba minutos pareciendo corta y el Real Valladolid trataba de buscar el más difícil todavía pasando a jugar con dos delanteros. La figura del media punta, otros días tan relevante, ante el doble pivote del Athletic pasó totalmente inadvertida y al Pucela le costaba horrores conectar el centro del campo con las posiciones de ataque. Muy pocas veces consiguió Iván Sánchez activar a Plata para el uno contra uno o filtrar un balón al espacio para la carrera de Larin. Prescindió del jugador intermedio y colocó a Aguado junto a Monchu, despoblando la zona central, pero acompañando a León en punta con un Larin que no se permitía un solo respiro. La entrada de Sergio León hizo que los centrales rojiblancos vivieran más incómodos y participó del tanto de Larin, pero el cambio de sistema no potenció el ataque blanquivioleta. El Real Valladolid no fue capaz de imponerse en ataque con ninguno de los dos sistemas y en fase defensiva no ocupó bien los espacios para hacer una buena presión y evitar asociaciones sencillas del Athletic.

Ampliar

El técnico del Real Valladolid se vio obligado por enésima vez a sustituir a un central. Jawad El Yamiq se retiró en el descanso por molestias en el tendón de Aquiles y Joaquín entró al terreno de juego en su lugar. Tener que usar un cambio para sustituir a un central en la gran mayoría de tus partidos es un hándicap competitivo importante que el Pucela no logra subsanar. El central andaluz aparece en la instantánea de los dos goles encajados en la segunda mitad del choque. Es una gran asistencia la de Óscar de Marcos a Guruzeta, pero la jugada deja la sensación de que Joaquín reacciona tarde y el '12' remata a placer en el segundo palo. Y ojo, no es la primera vez que no termina de cerrar correctamente esa zona este curso.

Ampliar

La buena noticia del encuentro fue la irrupción de Pozo, jugador del filial blanquivioleta, que con un par de arrancadas en las que mezclaba voluntad y calidad creó las dos opciones más claras del Real Valladolid en la segunda parte. El gol de Larin nació en sus pies, pegados a la línea de cal por banda izquierda, y terminó con el quinto gol del canadiense tras más fallos que aciertos de unos y otros.

Ampliar

Justo el triunfo para los pupilos de Ernesto Valverde que encontraron en Valladolid el gol y la victoria que tanto venía resistiéndose en las últimas jornadas.