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. El colista Real Valladolid (9 puntos) confía en paliar parcialmente su crisis deportiva este vierne por la noche ante el Valencia, penúltimo clasificado (10 puntos y dos partidos aún pendientes). El club che también arrastra su propia situación depresiva de juego y resultados, un ... factor que puede desencadenar el despido del vallisoletano Rubén Baraja como entrenador de la entidad valencianista en un partido de necesidades máximas. El Real Valladolid considera este choque una «final» por lo que supone medirse a un rival directísimo de la zona baja y el hecho de jugar en Zorrilla tendría que aparecer como un factor favorable a los pucelanos. Sin embargo, en el seno del club blanquivioleta hay inquietud por la respuesta que dará la afición pucelana en este encuentro. En los despachos se ha recordado estos días cómo varios jugadores entraron llorando al vestuario tras la derrota por 0-5 de hace dos jornadas ante el Atlético de Madrid, no sólo por la dureza del resultado, sino por las reacciones de la grada durante el partido, en las que aparecieron olés al rival, aplausos irónicos y diversas chanzas hacia los propios futbolistas. Ese es un ambiente que se espera evitar a toda costa en un partido de altísimo voltaje que puede hundir aún más al Real Valladolid en el fondo de la tabla. La presión ambiental se hizo tan insoportable en el desastre ante el Atlético que algunos jugadores comentaron posteriormente que les habría resultado más fácil jugar fuera de casa.
El problema para el Real Valladolid pasa por la imagen de debilidad que proyecta no sólo en el césped, sino también en los despachos a través de sus directivos y responsables deportivos. Doce días después del despido de Paulo Pezzolano tras aquel 0-5, el club mantiene a Álvaro Rubio como técnico interino, mientras negocia con el argentino Diego Cocca, pendiente de cerrar un acuerdo que se va dilatando y que no permitirá al exseleccionador de México llegar a tiempo para el partido de esta noche. Rubio confirmó este jueves que se sentará en el banquillo ante el Valencia en un encuentro «importantísimo y vital» para la entidad blanquivioleta. Perder ante el penúltimo clasificado supondría una nueva palada de tierra en lo más hondo de la tabla para el Pucela.
Rubio apeló desde una «posición humilde» a los apoyos externos, sabedor que la crispación ambiental o la humillación desde la grada de Zorrilla puede quebrar aún más a una plantilla muy tocada en todos los aspectos. «Entiendo el enfado porque la situación no es buena y están en todo su derecho, pero creo que es un partido muy importante para el club y para el equipo. Cuando aprieta Zorrilla se nota y se transmite al jugador. Es evidente que la ayuda del público es muy importante para la confianza de los jugadores», subrayó Rubio, que considera «vital» este apoyo de los aficionados, un mensaje que recorre el club de arriba abajo.
El entrenador blanquivioleta se refirió a su situación de interinidad: «Pocas cosas me sorprenden en el fútbol. Este mundo es un poco así… Yo estoy muy centrado en lo que tengo que hacer, en mi trabajo, en sacar el partido adelante. Para nosotros es importantísimo y vital. Todo lo demás me importa muy poco, la verdad. Así se lo quiero trasladar a los jugadores».
Real Valladolid: Hein; Luis Pérez, Javi Sánchez, Cenk, Luis Pérez; Juric; Iván Sánchez, Mario Martín, Kike Pérez, Raúl Moro; y Marcos André.
Valencia CF Dimitrievski; Foulquier, Tárrega, Mosquera, Jesús Vázquez; Diego López, Pepelu, Javi Guerra, Rioja; Rafa Mir y Hugo Duro.
Árbitro: Ortiz Arias (comité madrileño), con Del Cerro Grande en el VAR.
Estadio, hora y televisión: José Zorilla, 21:00, DAZN
Una de las buenas noticias para Álvaro Rubio pasa por la disponibilidad de Raúl Moro, el jugador más desequilibrante del equipo hasta la fecha. Moro no viajó a Las Palmas la pasada jornada por problemas físicos, pero el extremo ya ha trabajado con normalidad esta semana y está disposición del entrenador riojano, lo que debe añadir una buena dosis de pólvora a la parcela ofensiva blanquivioleta.
La presencia de Marcos André en el once se da por descontada, salvo contratiempo de última hora. El delantero brasileño marcó dos goles en Copa ante el Real Ávila y otro tanto en Liga frente a la UD Las Palmas la pasada semana, y se mide al conjunto en el que militó dos temporadas en su viaje de ida y vuelta desde Valladolid. Marcos André sólo anotó dos tantos con el Valencia en 46 partidos de Liga en ese lapso y ahora, en recuperado idilio con el gol, amenazará al conjunto che desde la vanguardia blanquivioleta.
Rubio contestó a nuevas preguntas por el cambio que ejecutó en la segunda parte ante Las Palmas, cuando retiró a Marcos André en el minuto 67 para dar entrada a Juanm iLatasa, una decisión motivada por la necesidad de «refrescar la parte de adelante» en ese momento.
El entrenador del Real Valladolid no podrá contar con Selim Amallah, que sigue en la enfermería, y tiene la duda de Mamadou Sylla, que se retiró del último entrenamiento con problemas físicos, aunque Rubio señaló que lo hizo «por precaución».
Sobre el Valencia CF, Rubio subrayó que se trata de un club al que se acostumbra a ver «en otra clasificación» y no penando en la zona baja. «Es evidente que ellos también están en una situación muy mala. Nos enfrentamos dos equipos en esa situación y controlar la ansiedad puede ser clave».
El Real Valladolid llega a la cita de este viernes en Zorrilla tras sumar sólo un punto de los últimos 18 posibles y después de perder en el estadio Gran Canaria ante la UD Las Palmas por 2-1, dentro de la interinidad de Rubio. El Valencia comparece con dos derrotas consecutivas ante Mallorca (a domicilio) y Rayo Vallecano (en Mestalla) que han dejado a Rubén Baraja en la cuerda floja tras un titubeante inicio. Sin embargo, el técnico vallisoletano del conjunto che no considera que afronte un ultimátum. «Hay que asumir que son resultados muy malos. Es una parte real de la situación. Esto es un juego y no nos está dando lo que pensamos que nos puede dar. Esto no significa que no pueda cambiar. Al igual que yo cuando decidí quedarme y renovar, yo aposté por el Valencia y ellos por mí. En estos momentos de dificultad, el club está demostrando que tienen confianza en mí y que, a pesar de los malos números que los asumo, piensan que soy la persona que puede cambiar la situación. Es lo que siento del club. Estoy enfocado en lo que depende de mí y en lo que puedo controlar. No tengo la sensación de ultimátum», dijo ayer Baraja, en declaraciones recogidas por la página web del Valencia.
Sobre el duelo de este viernes, Rubén Baraja apuntó: «Es un partido importante contra un rival directo y tenemos que afrontarlo así. Va a tener su tensión y su trascendencia y cuando pase, ya analizaremos las cosas».
El Valencia llega condicionado por dos bajas importantes. No podrá contar con su portero titular, Giorgi Mamardashvili, ni tampoco con José Luis Gayá en el carril izquierdo, ambos por lesión, lo que dejará a Stole Dimitrievski en el arco y a Jesús Vázquez en el flanco zurdo de la defensa.
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