Cada vez más cerca

La evolución, o involución según se mire, del juego del equipo ha terminado por liquidar a quienes mas venían jugando desde entonces. Del juego pausado, lento –a veces tan reconocido como reconocible– hemos pasado a transitar por el medio campo corriendo y sin balón.

Hoy el equipo ni elabora ni transita por el medio campo con la pelota en sus pies. El juego nace atrás y muere arriba sin solución de continuidad. Pasa de la infancia a la madurez sin disfrutar de la adolescencia y la juventud… y lo hace demasiado deprisa.

Marcos André hace ahora de Guardiola, mientras que éste hace de Ünal para poder mantenerse en el equipo. El gol manda y el brasileño lo tiene. Al 'canterano' le adornan las virtudes de un 'veintegoles' en un equipo que jugase un ataque de verdad.

En esa mutación obligada, Plano juega en la izquierda dando por finalizada la tontería anterior del cambio de banda, al tiempo que Orellana por derecha, juega a lo que sabe y muy bien por cierto. Con ellos Guardiola entiende que correr hacia atrás es bueno y que la posición adelantada final, antaño la suya, es de André porque lo certifica a diario.

Así pues, con estas premisas, resulta que hay que hacerles llegar a los de arriba el balón lo antes posible. ¿Cómo? Sencillo: de largo y por derecho.

Esto, que el otro día lo certificaba en su comentario televisivo Santiago Segurola, lo ha esculpido Sergio en un granítico medio campo en el cual Rubén Alcaraz y Fede San Emeterio se dejan la piel dando todo lo que tienen.

De esta forma, y actuando como visitante, convierte el ataque en virtud, al tener el contrario que descubrirse por obligación de local, mientras que en el estadio Zorrilla las contras se entienden casi como único recurso.

De esta forma, fuera parecemos mas de lo que somos y en casa menos de lo que podíamos ser. Si con todo y con ello, siete de los últimos nueve puntos en disputa han caído en el zurrón pucelano, el pragmatismo se come la hipótesis. Sin embargo, es bueno plantearla en los momentos luminosos de puntuación, ya que las nubes de su ausencia te tildarían de oportunista.

A pesar de ello, cuando la cámara enfoca a la grada y veo sentados a los Míchel, Kike, Mesa, Toni… se me alegra un poco el alma pensando que tenemos soluciones bien a mano por si nos decidimos a cambiar la forma de jugar.

El viernes a pesar de que el Levante nos llegó mas de lo deseado, a riesgo de perder el partido, lo cierto es que Alcaraz y Jota lo tuvieron en su bota. ¡Casi ganamos…!