Celta de Vigo, otro curso rindiendo por debajo de lo esperado

El portugués ha encontrado un once muy reconocible en el que ha dado protagonismo a futbolistas defenestrados con el técnico argentino. Su 4-4-2 es tremendamente versátil, equilibrado por la figura de un Fran Beltrán que vive su temporada de mayor impacto en la élite. El joven centrocampista es el encargado de ofrecer a sus compañeros la libertad para moverse por cualquier zona del campo y mirar hacia adelante sin remordimientos. Javi Galán es el que más lo agradece ya que así puede volar libre por todo el costado izquierdo. El otro perfil importante y sorprendente en esta versatilidad es Óscar Mingueza en el lateral derecho. Con menos protagonismo en ataque que Galán, permite cerrar siempre con al menos tres futbolistas y continuamente se coloca en posiciones interiores a la altura de Beltrán a la hora de sacar el balón, siendo Carles Pérez el que recibe pegado a la cal.

Carvalhal ha encontrado su once de confianza y no está variando prácticamente nada. En esta alineación titular ha dado protagonismo a dos jugadores que no participaban con Coudet como Mingueza y el estadounidense Luca de la Torre. El lateral está ofreciendo una versión mejorada de lo que mostró al principio del curso. Mucho más contundente en labores defensivas y teniendo un rol sorprendente en la salida de balón.

Gabri Veiga acompaña a Beltrán en la medular y Luca de la Torre aparece acostado al flanco izquierdo. Se mueve desde la banda hacia el interior para permitir las subidas de Javi Galán y su asociación es cada vez más interesante. El americano conduce bien los ataques y se presenta en la frontal del área rival con peligro. Carles Pérez viene apareciendo a pie cambiado por el extremo derecho. Aspas es la referencia del equipo vigués y todos los ataques pasan por él.

El noruego Strand Larsen es el complemento del capitán. De gran envergadura, es el encargado de fijar centrales y abrir espacios para que Iago los aproveche. La duda reside en el inquilino de la portería tras la llegada del veterano Diego Alves.

Dos de los futbolistas de mayor impacto en el ataque celeste son Javi Galán y Gabri Veiga. Desde la izquierda, Galán se asoma al último tercio de ataque permanentemente haciendo gala de una excelente calidad técnica. Sus centros en carrera son un verdadero peligro para las defensas rivales gracias a un golpeo tenso y potente que busca con acierto la testa de Larsen. El lateral promedia 1,4 pases clave por partido. Además, es capaz de desbordar en el uno contra uno y se ha convertido en el defensa más regateador de LaLiga (1,7 regates exitosos por partido; 47% éxito).

Por su parte, el canterano Veiga ha irrumpido en la élite como si llevara en ella toda la vida. Con personalidad y calidad se ha convertido en uno de los principales focos de atracción del conjunto vigués. No le quema nunca el balón y en campo rival ha mostrado tener las ideas muy claras a la hora de filtrar últimos pases o tomar las riendas de la definición. Seis goles y dos asistencias le avalan en el primer tramo de la competición en su debut en el primer equipo. Aquí hay un futbolista de mucho nivel.

La dupla atacante formada por Iago Aspas y el gigantón noruego Strand Larsen se complementa muy bien. A pesar de que el nórdico no está teniendo suerte de cara al gol su trabajo no pasa desapercibido en ningún caso. Larsen es el encargado de fijar a los centrales y de entrar a las disputas con ellos. Su envergadura le permite ser un gran ganador de duelos aéreos y ofrecer segundas jugadas a sus compañeros. Se mueve para abrir espacios que Aspas pueda aprovechar y en los que el capitán, de forma inteligente, aparece con éxito.

No está, para nada exento de buena técnica y es un futbolista a vigilar de forma permanente. A su lado y como principal referente del juego celtiña emerge Iago Aspas. Suma ya nueve goles y tres asistencias esta temporada. El '10' siempre está. Su presencia exige la máxima concentración de sus rivales porque con cualquier destello es capaz de liquidar un partido.

Los datos del capitán muestran un protagonismo enorme en el ataque ya sea para definir o para asistir. Promedia 2,4 disparos y 2,5 pases clave por partido, es decir, garantiza casi cinco remates ante la portería rival él solo.