Carta abierta a Toni Villa

Mientras tanto, aquí en Pucela, un sentimiento de tristeza invade a aquellos que te seguimos como futbolista desde hace años, al tiempo que a otros la curiosidad y la comparación con tu sustituto les empuja a petar las redes sociales. Sin embargo todos se sienten, nos sentimos, tan 'tonivillistas' como tristes por tu éxodo.

Un éxodo tras trece años de estancia entre nosotros, viniste como cadete de primer año y te marchas como padre de familia, y un rosario de equipos de las inferiores que te vieron sufrir y disfrutar, mientras crecías como jugador y te hacías hombre.

Me imagino que recuerdas como Félix Toral y Fernando Gordillo te bautizaron con lo de 'raspilla' por tu débil constitución, mientras Carlos Pereira en la Residencia tutelaba tus primeros pasos en la ciudad.

De igual manera que permanecerán en tu retina los tiempos pasados junto a Mariano, Juan Carlos 'el galgo', Luis Miguel Gail, Chuchi Macón entre cadete y juvenil o los de Rubén de la Barrera, Albés o Jiménez en el Promesas que tanto influyeron en tu progresión.

Y ya de paso te habrá venido a la memoria Javi Torres Gómez viajando a ver a un chico del Lorquí y encontrándose a aquel otro nene que lo bordaba como interior y que le hizo cambiar los planes de fichaje acertando de pleno. Al igual que aquel ascenso a Segunda B de la mano de Javi, y junto a tu amigo Anuar, como siempre.

Hoy, trece años después y tras comprobar que nadie se volvía loco por renovarte, aceptas la invitación del club para salir gratis si llegaba oferta, al igual que otros jugadores, y optas por la del equipo catalán.

Siempre he pensado que ni eras extremo ni cristo que lo fundó y que si jugabas ahí era porque tu gran calidad técnica y tu talento futbolístico te lo permitían. Me puedo equivocar pensando que eres un diez clarísimo, ese que corre lo imprescindible porque juega lo necesario, pero no yerro en lo anterior. Solo espero que Michel te ponga en tu sitio… aunque solo sea para probar. ¡Díselo de mi parte!

Un abrazo.