La nueva normalidad en el Real Valladolid

Ocurre que tenemos un entrenador al que mayoritariamente no quiere la afición de Valladolid. Insisto, porque lo he dicho muchas veces, que la afición no es soberana. Eso es una gran mentira. Pero conviene analizar siempre, por qué ocurre esto. No es que el míster sea un tipo malencarado o borde. No creo que por ahí haya mayores problemas. Creo que es un problema de un descenso, un ascenso 'controvertido' y un retorno convulso. Y le hemos renovado tras el descenso y tras el ascenso. Se hizo un lavado de cara en verano con una gira por los medios locales y parece ser que salió bien. Tanto es así que el «Pezzolano dimisión» este año ha sido algo residual. Este año las miradas van al palco y al míster se le deja en paz como si no fuera culpable de nada. Por eso digo que el público no es soberano, porque como en los pueblos, el rebaño anda hacia donde manda el pastor.

Vuelvo a lo de la normalidad. Este pasado viernes al parecer el presidente y máximo accionista se encontraba jugando al tenis a la hora del partido. A mí no me parece mal. Sí que lo publique y haga alarde de ello. Es como el señor al que le llaman la atención por orinar en la piscina y contesta qué por qué le riñen a él si lo hace todo el mundo, a lo que el socorrista le dice que quizá tenga razón, pero que ninguno lo hace desde el trampolín. Pues eso, que orinar fuera del recipiente tiene consecuencias

Que parezca normal no ganar partidos es pernicioso. Que no se tomen medidas es absurdo. No sé si con otro entrenador llevaríamos más puntos, pero sí que sé los que llevamos con este. Y si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.

La nueva normalidad es el término que se acuñó para definir el retorno a la vida social y económica tras la pandemia. Esa de la que íbamos a salir mejores y más fuertes y sin embargo hemos vuelto peores y más débiles. Esa nueva normalidad es la que se ha instalado en las oficinas de Zorrilla. Y todo por no tomar decisiones y por pensar que haciendo las cosas igual, las cosas van a cambiar