Pezzolano aplaude una acción de su equipo en el partido jugado en Santander. Nacho Cubero
Desde la grada

El mal rollito que desprende Pezzolano

«Las reacciones de parte de la grada son algo organizado. Para esa gente es más importante tener razón que el bien del Pucela»

Carlos Pérez

Domingo, 19 de noviembre 2023, 12:25

Comienzo diciendo que estas palabras están escritas antes de jugar contra el Leganés, así que quizá hayan envejecido mal. Espero que no porque eso significaría una derrota o al menos un mal partido el jugado este viernes. Pero están escritas después del partido contra el Racing ... y como estuve en El Sardinero en la grada visitante no hablo de oídas.

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Lo que ocurrió aquella tarde fue muy triste. No la victoria, por supuesto. Tampoco el juego. Hablo de la reacción de parte del público tras el segundo gol del Racing y en peor medida lo que ocurrió tras el empate de Kenedy. Puedo entender aunque no lo comparta que haya un momento de frustración después de que nos remontasen un partido que deberíamos ir ganando cómodamente. Lo que ocurre es que el cronograma de los hechos me hizo ver que no es un problema de frustración puntual. Es algo organizado. Que en un momento de euforia como fue el empate la celebración durase escasos cinco segundos me hace ver que no es un movimiento espontáneo. Es algo organizado.

A mí no me gusta Pezzolano. Le habría echado la temporada pasada el partido anterior que ganamos al Barça. Tengo claro que no le habría renovado y por supuesto que me lo habría cargado este año tras el partido contra el Elche (que no fue el peor de la temporada). Pero con todas las cosas malas que tiene, o yo creo que tiene, estamos terceros empatados a puntos con el segundo. Eso es indiscutible. Lo de las bondades o maldades es subjetivo, pero la clasificación es la que es.

Igual alguien cree que así se ayuda, pero la realidad es que para esa gente es más importante tener razón que el bien del Pucela. Yo prefiero que el míster me tape la boca, que llegue junio y que me parezca una buena noticia su renovación (igual aquí me he venido arriba).

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También quiero dejar claro que el míster debe poner de su parte, dejando de hacer gestos a la grada o haciendo comentarios en la rueda de prensa hacia esa parte de la afición. Es de primero de inteligencia emocional saber que si das importancia a alguien, ese alguien se cree importante. Y no lo son, pese a que se crean que son «la afición». Pero si el primero que demuestra estar descentrado es el míster, tanto en su reacción con los árbitros, como en su relación con la afición, pues es lo del pirómano bombero.

Vamos a centrarnos en lo importante, que aunque no lo parezca, es el ascenso y no en quién es el entrenador que nos lleve a él.

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