La cantera, a muerte con el Real Valladolid

La cantera blanquivioleta, jugadores y cuerpos técnicos, están confiados de que el primer equipo va a hacer sus deberes frente al Getafe este domingo (21:00 horas). Los corrillos de entrenadores en los Anexos esta última semana coinciden con sus valoraciones, tras exponer los argumentos que les llevan a esa conclusión: «Tenemos la suerte de verlos en el día a día y creemos que hay plantilla de sobra para quedarnos en Primera División». Las categorías inferiores acudirán al estadio con la ilusión de vivir una noche inolvidable en Zorrilla y la esperanza de salir al grito de 'Pucela es de Primera' tras conseguir la salvación. Ninguno fallará a la cita más importante de la temporada con sus referentes.

Las jóvenes promesas apretarán, junto al resto de los aficionados, en la llegada del autobús de los jugadores al estadio. Y, antes del pitido inicial, algunos de ellos desfilarán por el césped de Zorrilla como muestra de apoyo incondicional a los futbolistas de Paulo Pezzolano. Antes y después del gran recibimiento a los protagonistas de la noche, las reuniones de compañeros de vestuario que comparten dos aficiones, el fútbol y el Real Valladolid, tendrán cabida en la 'Fan Zone'; donde las perlas de la cantera y todos los aficionados blanquivioletas podrán disfrutar de las actividades lúdicas organizadas por el club.

La mayoría de los equipos de las categorías inferiores podrán vivir el partido juntos, en la Tribuna Este, donde anteriormente habilitaban los asientos para los abonados pertenecientes a la entidad blanquivioleta. Desde ahí alzarán sus voces para vitorear el juego del equipo local y empujarles hacia la victoria. Se dejarán sus gargantas en cada gol de los vallisoletanos y esperan alargar la tarde de domingo celebrando la permanencia.

Otros, sin embargo, tendrán permiso para acudir al campo a sufrir con el primer equipo por su cuenta, con sus familiares o amigos. Casi todos ellos son abonados del club, por lo que pisan las gradas de Zorrilla cada quince días y tienen su grupo de acompañantes habituales. El partido del domingo no es uno cualquiera, es una final en la que el Valladolid se juega la vida y, para muchos de ellos, probablemente sea de las primeras veces que viven una experiencia tan sentimental.

Las futuras promesas del Real Valladolid se enfundarán sus elásticas blanquivioletas y soñarán con llegar algún día a ser los protagonistas de una noche como la que se va a vivir mañana en Zorrilla. Seguramente todos ellos hayan pensado en algún momento de su vida cómo celebrarían un gol decisivo con el primer equipo de su ciudad, cómo reaccionarían al debutar en Primera División o qué pensarían al enfrentarse a jugadores de primer nivel mundial... pero aún no es su momento, el trabajo duro y bien hecho concederá a unos pocos de ellos el deseo de lograr su sueño futbolístico. Mientras tanto, seguirán luchando por sus colores desde la grada.

Los entrenadores del benjamín y alevín femenino y del cadete y juvenil masculino ya han confeccionado sus quinielas para la última jornada liguera y ninguno de ellos ha dudado en apostar por la victoria del Valladolid frente al Getafe: «Aquí no hay nada que pensar, un uno como una catedral de grande».

Las jugadores del benjamín blanquivioleta saltarán este domingo al césped de Zorrilla para desfilar junto a otras categorías inferiores y brindar su máximo apoyo a los jugadores del primer equipo antes del pitido inicial. Además, disfrutarán del partido, junto a su cuerpo técnico, en una parte de las gradas, desde donde estarán alentando de principio a fin.

Su entrenadora, Beatriz Rollán, está convencida de que el Valladolid va a conseguir su objetivo, porque «tienen la fuerza y las ganas para quedarse en Primera División». Además, asegura que Zorrilla va a ser una fiesta este domingo, «va a estar a reventar y todos vamos a apoyar al equipo».

Las niñas del alevín del Pucela afrontan el encuentro «con mucha ilusión» y estarán al pie del cañón el domingo para arropar a los jugadores «con gritos de aliento». Su técnica, Tania García, es una de las pocas afortunadas que puede ver el día a día del primer equipo en los Anexos y cree que «este año sí tenemos una buena plantilla para salvarnos, aunque por diferentes circunstancias estemos ahí peleando por la permanencia».

Las alevines recibirán a los de Pezzolano en su llegada en autobús al estadio y tratarán de transmitirles su optimismo, porque «es necesario que sientan que se están jugando la vida y que no les pueda la presión del momento», añade García. Antes del recibimiento se reunirán en la 'Fan Zone' para disfrutar del último rato antes de entrar al estadio y comenzar a sufrir.

Los jugadores del cadete B no faltarán a su cita con el primer equipo este domingo, aunque lo harán por su cuenta, con sus allegados, y no en conjunto; ya que «es un día muy especial que los chicos tienen que vivir con los suyos, para que lo recuerden como una experiencia inolvidable», explica su entrenador Juan Carlos Gregorio.

Además, afronta el partido con «optimismo tras la buena imagen que ha mostrado el equipo en los últimos partidos en Zorrilla». Gregorio compara este tipo de encuentro con el vivido la temporada pasada contra el Huesca en la última jornada liguera, en el que los vallisoletanos ofrecieron a su afición un juego solvente que les llevó a vencer por 3 a 0.

Los futbolistas del juvenil B llenarán las gradas de Zorrilla junto con el resto de los aficionados blanquivioletas. Algunos, los que conviven en la residencia del club, los integrantes del Promesas y cuerpos técnicos, podrán disfrutar juntos del espectáculo de la permanencia en una zona habilitada del campo, en la Tribuna Este.

Su entrenador, Víctor Cuadrillero, apuesta por que el conjunto de Pezzolano se va a quedar en Primera División, aunque reconoce que «vivimos todos sus partidos con mucho sufrimiento. A veces voy al estadio con los chicos de mi equipo que no son de Valladolid y sufren igual o más que los que viven en la ciudad desde que nacieron».