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J. C. Cristóbal
Valladolid
Sábado, 13 de julio 2024, 20:38
Si vas de compras por Madrid puedes elegir dos destinos según el grosor de tu cartera: las boutiques de la calle Serrano o los tenderetes del Rastro; y si por casualidad te tropiezas en tu visita con un emisario del Real Valladolid, casi seguro que será en los alrededores de la estatua de Cascorro, de acuerdo con esa tendencia blanquivioleta a rebuscar entre las prendas de descarte y los saldos para vestir el armario de su plantilla en la vuelta a Primera División.
De momento, el día de la vuelta al trabajo el balance del mercado marcó un desplome de 1 x 4, la cesión de Cömert (Valencia) frente a la marcha de cuatro futbolistas que fueron titulares en la recta final del campeonato y en la tarde del ascenso contra el Villarreal B: Masip, Tárrega, Escudero y Lucas Oliveira, más la alternativa de Negredo aparte; vale que hay cuatro novedades respecto al curso 23/24, pero ninguna cara nueva, ya que hablamos de Aceves, Kike Pérez, Amallah y Machis, los futbolistas que regresan después de una cesión y que, en varios casos, vuelven a Zorrilla como una estación de paso a nuevos destinos.
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Arturo Posada
Aunque la Eurocopa mantiene ocupado al aficionado futbolero, el pucelano abre las páginas del diario con una mezcla de inquietud y resignación, una nueva versión de la canción del verano, con distinto ritmo y la misma letra de siempre: el Real Valladolid arrancará la Liga con los fichajes contados, reforzará dos o tres posiciones entre agosto y septiembre, con varias jornadas ya disputadas, y retocará los huecos en el mercado de invierno, cuando la clasificación empiece a señalar urgencias. Así ha sido siempre, o casi siempre, en los retornos del Real Valladolid a Primera; en los tiempos de Nazário, sin duda.
¿Alguien se acuerda de los refuerzos tras los dos últimos ascensos, los de Pacheta y Sergio? En el último, la temporada 22/23, lo más llamativo fue la vuelta de dos ilustres veteranos: Asenjo y Escudero, dos 'sergios' con suerte desigual; la bomba de Kenedy derivó en petardo, y los nombres de Malsa, Narváez y Feddal requieren de un ejercicio de memoria; los demás llegaron tras un ciclo de cesión (otra vez Kike Pérez, Guardiola y Olaza) o después de Navidad (Larin, Hongla, Amallah y Machis). En la 18/19, con Sergio en el banquillo, la relación presentó más sombras que luces, con Cop, Ivi, Keko y Luis Suárez oscureciendo el rendimiento, con sus altibajos, de Alcaraz, Unal y Verde.
No siempre fue así. Con Suárez de presidente y Djukic de entrenador, Valladolid salió a Europa y regresó con una cesta de futbolistas con el sello de internacionales: el serbio Rukavina, el sueco Larsson, el portugués Sereno (que ya estuvo en el equipo dos años antes) y, por encima de todos, el alemán Ebert, uno de los mayores talentos que han pisado Zorrilla en los últimos lustros; para hacerse una idea de su nivel hay que repasar la lista de sus compañeros en la Alemania que ganó la Euro sub 21 de 2009: Neuer, Özil, Hummels, Khedira o Boateng; y junto a ellos, Patrick Ebert, lástima que se esfumase como una estrella fugaz.
Y hubo dos veranos donde el Real Valladolid sí buscó un salto de calidad. Uno en el de 1980, que ponía fin a dieciséis años fuera de Primera, cuando Gonzalo Alonso regaló a Paquito, que regresó en sustitución de Eusebio Ríos, dos fichajes de primer nivel en dos puestos de referencia, la portería y el centro de la defensa, con Fenoy (Celta) y Gilberto (Elche), dos futbolistas que figuran en el once ideal histórico de muchos aficionados blanquivioleta; además, el argentino y el hondureño no vinieron solos, en la foto inicial asomaban las novedades de Pepín, Richard, Joaquín Muñoz, Djurovic y, a título anecdótico, Calderé, un fiasco que solo aguantó unas semanas y puso fin a la época del 'Barçadolid' con las llegadas de éxito de los Moré, Rusky, Estella o Serrat.
1948/49 Helenio Herrera (entrenador); Saso, Babot, Rafa Yunta, Peralta, Mario, Hilario, Revuelta, Chaves, Mateu, Rico, Goyo
1959/60 Estrems, Benítez, Solé, Joselín, Endériz, Aramendi, Parcet, Zaldúa, Plaza, Martinet, Vicedo, Amantegui.
1962/63 Antoni Ramallets (entrenador); Pini, Paredes, Rodríguez, Robert, Sanjuán, Domènech, Ealo.
1980/81 Paquito (entrenador); Fenoy, Gilberto, Pepín, Joaquín Muñoz, Richard, Djurovic, Juan Manuel, Calderé.
1993/94 Gracia, Miguelo, Correa, Alfaro, Torres Gómez.
2007/08 Vivar Dorado, Jonathan Sesma, Butelle, Ogbeche, Alexis Suárez, Cifuentes, Diego Camacho, Marcos Aguirre, Estoyanoff.
2012/13 Rukavina, Omar, Ebert, Sastre, Sereno, Larsson, Neira.
2022/23 Asenjo, Escudero, Kenedy, Feddal, Narváez, Malsa.
El otro fue el de 1959, cuando José Luis Saso, entrenador y director deportivo, hizo las Américas y descruzó el Atlántico cargado con más tesoros que Cristóbal Colón: dos argentinos y dos uruguayos en la que fue una de las operaciones más osadas del fútbol español. El lote de Saso incluía a Cacho Endériz, que se convertiría en una de las leyendas del Real Valladolid, al malogrado Julio César Benítez (para los veteranos que le vieron jugar, uno de los mejores laterales derechos de siempre), Bocha Aramendi y Juan Miguel Solé. Casi nadie. Y no se presentaron solos ese verano, junto a ellos llegaron el portero Estrems (del Barcelona), Joselín (Plus Ultra, filial del Real Madrid) y un delantero navarro que será una de las estrellas nacionales de los sesenta, Zaldúa.
En las demás temporadas de retorno a Primera aterrizaron en Zorrilla futbolistas que labraron su nombre en la historia del club, como el propio Saso o Babot en 1948, el año del estreno entre los grandes, Pini en 1962, o Torres Gómez en 1993, campaña en la que solo pudo disputar dos partidos por culpa de una lesión. La gran mayoría del resto de nombres se quedaron en el olvido. También hay que hacer referencia a los entrenadores de Primera que disfrutaron del ascenso que conquistaron sus colegas, ya mencionamos el de Paquito en sustitución de Ríos en el verano de 1980, mucho antes el de Antoni Ramallets por Heriberto Herrera en 1962 y el primero de todos, el de un novato Helenio Herrera por el gran Antonio Barrios en 1948, el director del doble salto de Tercera a Primera.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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