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José Miguel Ortega
Viernes, 1 de noviembre 2024, 18:48
Osasuna ha sido uno de los enemigos más duros que el Real Valladolid ha encontrado en Primera División, especialmente en su campo. Es sabido que el conjunto navarro tiene un elevado porcentaje de opciones de ganar cuando se siente respaldado por su público, pero es casi invencible cuando enfrente está el Real Valladolid como lo demuestra el dato de que en la máxima categoría se han disputado 30 partidos con un apabullante dominio rojillo: 17 triunfos, 11 empates y solo 2 derrotas, con 54 goles a favor y 20 en contra.
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Aunque ya habían medido sus fuerzas en Segunda División, el primer encuentro que el Real Valladolid disputó en el feudo osasunista siendo ambos equipos de Primera División fue el 24 de abril de 1954, saldado con una contundente victoria en favor de los navarros: 4-0, a pesar de que en la jornada anterior los blanquivioletas habían ganado por 4-3 al Real Madrid en aquel inolvidable partido en el que los vallisoletanos marcaron tres goles en el último cuarto de hora, por lo que todos los pronósticos apuntaban a un triunfo del Pucela en 'San Juan', que así se llamaba el campo osasunista en aquella época.
Aquella paliza no fue solo fruto de un mal día, o de un exceso de confianza, sino el comienzo de una especie de gafe que ha perseguido a los blanquivioletas en territorio rojillo. Después de haber jugado en 'San Juan' desde 1922, Osasuna se trasladó a El Sadar, nuevo estadio inaugurado en 1967 y que permaneció con ese nombre hasta 2005, en que fue bautizado como Reyno de Navarra, pera recuperar la denominación primitiva en 2013, que mantiene hasta el día de hoy.
Pero a pesar del cambio de terrenos y de nombres, al Valladolid se le ha dado mal jugar en el feudo osasunista. Tanto es así que la primera victoria blanquivioleta en territorio navarro tardó 58 años en producirse desde que ambos equipos se enfrentaron por primera vez en la máxima categoría. Fue el 4 de noviembre de 2012, gracias a un gol del alemán Ebert en el minuto 82.
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Mendilibar, un ex del Valladolid era entonces entrenador de Osasuna mientras que Djukic ocupaba el banquillo visitante. Arbitró el señor Pérez Montero con estas alineaciones. OSASUNA: Andrés Fernández; Arribas, Rubén, Damiá, Nano; Raúl Loé, Puñal, Cejudo (71 Masoud); Sisi (80' Lolo), Armenteros (86' Timor) y Kike Sola. R. VALLADOLID: Dani Hernández; Rukavina, Jesús Rueda, Marc Valiente (28' Sereno, 68' Peña), Balenziaga; Víctor Pérez, Oscar, Neira (53' Sastre); Ebert, Manucho y Omar.
Aquella primera victoria en lo que todavía se llamaba Reyno de Navarra supuso también el curioso dato estadístico de ser el partido 1.400 del Real Valladolid en la máxima categoría.
Sin embargo y en honor a la verdad, el conjunto blanquivioleta ya había ganado a domicilio al Osasuna, estando ambos en Primera División. Fue el 19 de febrero de 1989, pero no en El Sadar sino en Mendizorroza, pues en un partido anterior contra el Real Zaragoza hubo incidentes graves y el Comité de Competición decretó la clausura del campo navarro por tres partidos, uno de los cuales fue el del Valladolid.
Así pues, rojillos y blanquivioletas se enfrentaron en terreno vitoriano en un partido saldado con triunfo castellano por 0-2 con goles de Fonseca a los 76 minutos de y Jankovic, de penalti, a los 80.
Vicente Cantatore era entonces el técnico que dirigía a los vallisoletanos, que cuajaron una excelente actuación, aunque fue en el tramo final cuando esa superioridad visitante se tradujo en el marcador. Arbitró Díez Agüero con estas alineaciones. OSASUNA: Roberto; De Luis, Castañeda, Pepín, Sánchez; Bustingorri, Pizo Gómez, Merino; Rípodas, Sola (46 Roberto) y Ziganda (72' Milinkovic) R. VALLADOLID: Ravnic; Lemos, Gonzalo, Moreno, Patri; Albesa, Albis; Peña (52' Jankovic), Moya (46 Miljus), Alberto y Fonseca.
El tanto marcado por el croata Jankovic era el 800 de los encajados por Osasuna en Primera División.
De las 17 derrotas sufridas en feudo navarro, la más dura fue la recibida el 2 de febrero de 1958, un rotundo 5-0 que acentuó el destino que les esperaba a ambos al final de aquella temporada. Osasuna terminó 5º con doce puntos más que los blanquivioletas, penúltimos y por tanto condenados al descenso de categoría.
A pesar de haber utilizado a cuatro porteros a lo largo de la temporada –Saso, Benegas, Mambrilla y Arbe- o precisamente por eso, el Real Valladolid fue con una gran diferencia el equipo más goleado, pues recibió 74 goles sufriendo frecuentes palizas una de las cuales fue, precisamente, la que le endosó Osasuna aquel día, siendo Glaria I con tres y Sabino con dos, los autores de la «manita» encajada por Saso, que hacía las veces de entrenador-jugador. En descargo del Pucela hay que decir que en los primeros minutos se lesionó el blanquivioleta Arana, que quedó reducido a figura decorativa porque entonces solo se podía sustituir al portero en caso de lesión.
Queda, pues, claro que los feudos rojillos, tanto «San Juán» como «El Sadar», han sido gafes para los blanquivioletas. Solo dos triunfos en 30 partidos de primera división, lo dejan muy claro…
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