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Tras encadenar dos derrotas por segunda vez en lo que va de temporada, el Real Valladolid terminó la jornada 27ª de LaLiga Santander disputada el pasado fin de semana con 29 puntos en su casillero y a cuatro de ventaja sobre los puestos de descenso.
Es su renta más pobre desde finales de octubre, cuando en la décima semana de competición tumbó al Eibar en Zorrilla (2-0) en la que era su segunda victoria del curso y se marchó a cinco puntos del antepenúltimo puesto, ocupado por aquel entonces por el Real Betis.
Desde ese momento el colchón blanquivioleta nunca había adelgazado tanto como tras la estrepitosa derrota ante el Athletic Club por 1-4. El equipo parecía haber despegado tras ganar a Mallorca y Espanyol y empatar ante el Villarreal entre las jornadas 22ª y 25ª, pero lo cierto es que esos son prácticamente sus únicos resultados positivos en lo que va de segunda vuelta. Desde el ecuador del campeonato, el Pucela ha sumado ocho puntos (con dos victorias, dos empates y cuatro derrotas), lo que en este parcial le hace solo mejor que el Levante (7) y, le iguala a Athletic Club y Eibar -este último jugará esta tarde a las 20:00 horas su partido aplazado ante la Real Sociedad por la contaminación del aire procedente del vertedero de Zaldibar-.
Sus otros rivales por evitar el descenso le han recortado distancia en estos últimos ocho encuentros a los castellanos ya que, desde enero, los colistas Leganés y Espanyol han sumado 9, el Mallorca 10 y el Celta de Vigo 11.
Con la subida de presión en la zona más peligrosa de la tabla, las miradas se fijan ahora en el calendario que está por venir y que para el Real Valladolid no es nada sencillo. Los de Sergio González visitan el próximo sábado Leganés en un duelo a vida o muerte -especialmente para los de Javier Aguirre que una semana después jugarán en el Camp Nou- en el que además de los tres puntos está en juego el golaveraje particular entre ambos después de que el choque de ida terminara con empate a dos goles.
Después, será el Celta de Vigo de Iago Aspas el que viaje hasta el Nuevo José Zorrilla en el último de los enfrentamientos con rivales directos que disputará el Real Valladolid ante su afición, ya que el duelo pendiente ante el Eibar tendrá lugar en Ipurua ya en la penúltima jornada de liga.
Aunque el entrenador blanquivioleta pidiera a los suyos no echar cuentas el pasado domingo después de perder con el Athletic Club, lo cierto es que la presión se ha redoblado sobre la plantilla, obligada a lograr lo máximo posible en sus próximos dos encuentros porque a continuación les será mucho más difícil sumar. Las siguientes tres citas serán contra planteles que pelean por todo lo contrario: por alcanzar la tercera plaza del campeonato ante la imposibilidad de llegar ya hasta FC Barcelona o Real Madrid. Atlético de Madrid, Getafe y Sevilla, con desplazamientos al Wanda Metropolitano y el Sánchez Pizjuán, completarán junto a la visita del Alavés un mes morrocotudo al que los pucelanos deberían llegar con el máximo número de puntos para evitar una crisis de resultados que podría arrastrarles a alguno de los tres últimos puestos de la tabla.
Pese a todo, no hay que olvidar que hasta cinco equipos marchan hoy en día por detrás del Real Valladolid en la tabla clasificatoria, aunque esa nómina podría reducirse a cuatro si Jose Luis Mendilibar y los suyos son capaces de ganar a la Real Sociedad en el partido que esta tarde albergará el estadio de Ipurua.
Los eibarreses jugarán sus próximos encuentros ante Real Madrid, Athletic Club, Getafe y Valencia; mientras que el Celta de Vigo se medirá, además de a los pucelanos, a Villarreal, Alavés y 'txuri-urdines'.
En las próximas cuatro jornadas, que clarificarán muy mucho cómo será la recta final del curso, el Mallorca se las tendrá que ver con los dos primeros de la tabla, además del duelo directo ante el Leganés y de la visita a Villarreal; los de Javier Aguirre además de Pucela y Mallorca tendrán como rivales a FC Barcelona y Granada mientras que el Espanyol (actualmente a seis puntos de la salvación) intentará salir a flote de una vez por todas en sus partidos ante Alavés, Getafe, Levante y Betis, en un calendario que tal vez sea el más benevolente de entre todos a los que se enfrentan los cinco últimos equipos de la clasificación.
Así, el Real Valladolid está obligado a llegar al parón del último fin de semana del presente mes con al menos cuatro puntos más si lo que pretende es alejarse del descenso lo máximo posible para intentar salir del laberinto que le espera en abril sin visitar los puestos de peligro. El premio sería doble, porque ya le tiene ganado el golaveraje al Espanyol y al Mallorca y conseguirlo ante más equipos le daría una bola extra en el caso de un final apretado de liga que nadie quiere.
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