Café, galletas y azúcar para atender a 800 personas desfavorecidas

«Esta fundación está formada por ocho instituciones religiosas que desde hace veinte años vienen trabajando con personas desfavorecidas, inmigrantes principalmente. Con nosotros trabajan unos trescientos voluntarios», ha señalado en la presentación de la Operación Kilo Chus Landáburu, cara visible y uno de los responsables de esta iniciativa, que se centra primordialmente en estos tres productos «para surtir a colectivos que atendemos. Hay un grupo que atiende a gente que duerme en cajeros, debajo del puente, etcétera, y comparten con ellos un café con galletas y una charla. Y luego a la gente que va a la Red a clases de español o de visita nos gusta invitarles a media mañana a un café».

En la edición de este año, los voluntarios procede nen su gran mayoría de los centros Cristo Rey, Maristas y San Agustín. «Sobre las tres de la tarde ya estarán dispustos a recoger los paquetes y alimentos que traigan los aficionados», han apuntado, sobre una campaña que en años anteriores ha contado con una extraordinaria respuesta. «Solemos recoger unos 700 kilos, que para nosotros es una cantidad muy satisfactoria, no solo por el número de kilos sino por la sensibilización y dar aconocer a la gente esta realidad», admite Landáburu, que reconoce que la inflacción ha disparado la solicitud de ayudas en los últimos tiempos. «Es verdad que siempre ha venido mucha gente a pedir ayuda, pero ahora es más notable. Ya el año pasado el número de personas que atendimos fue casi el triple que el anterior, y este año vamos por el mismo camino», ha señalado.