Lleva días marcada en rojo la fecha de hoy en el vestuario del Real Valladolid, pero de igual modo que en Cádiz hace tiempo que suspiran por un partido ante un rival directo que alivie la caída libre, pronunciada en las últimas semanas, en la ... que se encuentra inmerso el equipo de Álvaro Cervera. Con tres derrotas consecutivas en el corto plazo –4 puntos de los últimos 21 en juego–, la visita de los blanquivioleta se veía hasta ayer como un pequeño oasis al que agarrarse. Sin embargo las últimas 24 horas han sacudido los cimientos del que hasta hace unas fechas era considerado revelación, quinto clasificado y posiciones europeas en la jornada 12ª, por mor de una serie de positivos pendientes de confirmar y cuantificar. En principio no peligra el partido, salvo que finalmente el Cádiz no disponga de trece jugadores entre su primera plantilla y el filial –hubo un precedente en octubre con la suspensión del Alcorcón-Ponferradina por parte de LaLiga al detectarse cuatro casos positivos–, y sí la hoja de ruta de su técnico, que ayer se lamentaba por no saber a qué atenerse horas antes de saltar al césped.
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cádiz cf: Ledesma; Carcelén, Alcalá, Cala, Espino, Salvi, Jonsson, José Mari, Perea, Choco Lozano y Álvaro Negredo.
Real Valladolid: Masip; Hervías, Bruno, El Yamiq, Raúl García Carnero; Roque Mesa, Alcaraz, Óscar Plano, Orellana, Waldo, y Weissman.
Árbitro: Hernández Hernánez, con Pizarro Gómez en la sala VOR.
Tampoco las últimas horas se han digerido bien en Zorrilla, donde una gastroenteritis ha apartado de la convocatoria a Joaquín –además de debilitar al portugués Jota–, pero fundamentalmente por los problemas de pubalgia de Marcos André –agravados en las últimas fechas–, que dejan al Valladolid sin su delantero más incisivo en el primer tercio del campeonato. Sin el brasileño y con Sergi Guardiola a medio gas –«no está para los noventa minutos», según reconoció el técnico–, el Pucela, que nunca ha ganado en Primera a los gaditanos, se encomienda esta noche a la capacidad realizadora del israelí Shon Weissman, pero sobre todo al vía crucis que le viene acompañando desde que dio comienzo esta liga. La asignatura pendiente que se renueva cada jornada, y que se prolonga ya durante 15 partidos sin terminar con la portería a cero. En cinco ocasiones lo había conseguido ya hace un año a estas alturas.
Dejando la baja de Joaquín al margen, la cita de hoy parece idónea. Enfrente va a tener al equipo menos goleador de la competición (11 tantos), un rival que no ha visto puerta en los tres últimos partidos y que solo ha sido capaz de marcar en cinco de sus siete últimos partidos.
Después de ganar al Barcelona con goles de Giménez y Negredo, el bloque cadista se ha quedado sin marcar ante Celta (4-0), Getafe (0-2) y Betis (1-0).
Sergio cabecea ya cuando se le inquiere sobre las concesiones en defensa. «Lo trabajamos y hacemos ejercicios analíticos, pero al final el verde es que marca el acierto o no de lo que trabajas. Somos conscientes de que tenemos ese déficit y solo queda trabajarlo, sabiendo también que tampoco puede ser una pesadilla porque hacemos muchas cosas bien para no recibir tantos goles», sostiene Sergio, que tiene claro que el partido presenta idéntica trascedencia que el de Osasuna. «Van a pelear por lo mismo que nosotros. Es uno de esos partidos en los que tenemos que estar a la altura», señala.
El técnico asegura haber estudiado al milímetro la propuesta del Cádiz, que prescinde del balón para atacar los espacios a la contra –es el equipo con menos posesión de la liga–, y confía en tener el antídoto. «Tenemos claro cómo juegan, están sacando un rendimiento brutal a su esquema. Ahora mismo los puntos y la tabla demuestran que están mejor que nosotros. Ganan duelos intensos muy fuertes, de hecho es el equipo que más roba, les gusta estar juntitos, creen firmemente en lo que dice su entrenador, compiten muy bien descolgando a Negredo y al Choco (Lozano),... Tienen muy claro el plan de partido que hacen y o estamos al nivel o sufriremos mucho», analiza Sergio.
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La plantilla vuela hacia Cádiz a las diez de esta mañana.
Por su parte, el entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, reconoció ayer que «no saber con qué jugadores puedo contar, trastoca los planes».
«El día antes del partido recuerdas las cosas más concretas del contrario respecto al balón parado, las cosas que repiten muchas veces...», se lamentó poco antes de elogiar a su rival. «Es un equipo excepcional, su segunda parte en Sevilla me pareció de lo mejor que he visto». Sobre los suyos reconoce que no atraviesan por el mejor momento. «Moralmente estamos tocados, hemos perdido tres partidos seguidos y nos han puesto en nuestro sitio. La realidad es ésta. Sabíamos que lo del principio no era la realidad».
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