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En el año que esta noche acaba, la Dirección Deportiva del Real Valladolid ha incorporado a 16 jugadores, ya sean en propiedad o cedidos o ascendidos del filial. Salvo Lunin, al que es imposible juzgar por un partido contra un equipo de Tercera División, el ... resto de los futbolistas han dado, en general, un rendimiento más que aceptable. Algunos elevadísimo, como es el caso de Salisu o de Guardiola; otros están haciendo méritos indudables para ganarse un puesto la próxima temporada, como es el caso de Marcos André o de José Antonio Caro. En la otra cara están algunos que no han cuajado, Fede Barba sería el ejemplo más claro, y hay unos cuantos que no han podido demostrar que la confianza que tiene en ellos la Dirección Deportiva está justificada. Sería el caso de Aguado, El Hacén, Waldo o Hervías. Unos por falta de minutos y otros por las lesiones o la ausencia de regularidad.
En cualquier caso, la labor de los directores deportivos y de su equipo ha de mirarse siempre a medio y largo plazo. En un club como el Real Valladolid, que hasta el momento no ha dispuesto de dinero para negociar incorporaciones de renombre, la apuesta por valores jóvenes o escondidos en las diversas capas del fútbol nacional es determinante pero algo lenta para las prisas que suelen acompañar a los aficionados y dirigentes, si bien Ronaldo y Espinar han demostrado hasta el momento manejar los tiempos de las decisiones con una inusitada y anormal ausencia de precipitación para lo que se acostumbra en el mundo del balompié. La tranquilidad que el equipo rector de la entidad ha mostrado hasta el momento se percibe como una garantía en los vestuarios y despachos de las oficinas. El proyecto, por el momento, está por encima de los resultados. Y eso arroja réditos.
Punto y aparte es la cuestión de los jugadores cedidos, que aunque no dejan de ser apuestas deportivas, tienen un estatus algo diferente al de los jugadores en plantilla. Un cedido es un futbolista que ha de demostrar, por lo general, algunas cosas: madurez, progresión, competitividad... para así poder ir ganándose un hueco en la plantilla de su equipo de procedencia. En este campo la añada de 2019 no está teniendo especial suerte en las filas pucelanas. Apenas han dispuesto de minutos, y solo De Frutos y Barba han podido debutar en Liga: Javi Sánchez permanece inédito a causa de las lesiones y a Lunin le tapa por ahora el hueco un Masip que parece inamovible.
Siete goles ha anotado el balear desde que llegara a principios de año. Incansable trabajador, quizá debiera correr menos para estar más fresco.
Ha roto la sequía goleadora que le atenazaba, pero su mejor versión la da cuando se retrasa y empieza a suministrar balones al punta y los extremos.
Apuesta decidida de Miguel Ángel Gómez y de Sergio, es una de las sensaciones de la Liga. Si se aísla de los cantos de sirena y se centra en Pucela, crecerá
La estabilidad y equilibrio que le da al centro del campo le hacen determinante para el técnico. Casi nunca destaca, pero siempre está bien.
Goleador en el Mirandés, de donde regresará en julio, aporta goles, presión e inteligencia en los desmarques y las diagonales. Atentos a él.
Clave en la Ponferradina, donde está cedido. Enormemente preciso en los pases largos, todo apunta a que estará en la primera plantilla en julio.
Las lesiones están frenando su progresión y adaptación. Necesita minutos de calidad para recuperar confianza en sí mismo.
Un medio centro algo lento pero potentísimo físicamente. Saldrá cedido en invierno. Un diamante para la Dirección Deportiva
Mucho talento y mucha juventud. Necesita minutos, pero no lo tiene fácil. No termina de convencer a Sergio, justo lo contrario que a Miguel Ángel Gómez.
Las lesiones le están haciendo la vida imposible y ha perdido demasiado tiempo sin pretenderlo. Se habla de su salida, pero no está nada claro que suceda.
La rumorología apunta a que se irá al AEK de Atenas. Sergio ha sido claro y prefiere a Moyano de lateral izquierdo antes que a él.
No encuentra el nivel del año del ascenso a causa de las lesiones. Sigue siendo irregular, pero su golpeo es letal.
Deslumbró en su aparición a finales de la temporada pasada, pero desde entonces parece estancado.
El cedido que más gusta a Sergio. Velocidad y desparpajo, pero le falta algo de pausa, normal a su edad.
Acostumbrado a jugar de carrilero, no se adapta al sistema de Sergio. Ni como lateral ni como exterior.
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