Bien está lo que sobresaliente acaba

El Fenómeno dejó así de alto el listón y su entrenador no fue capaz de contradecirle. Tampoco recogió el testigo y su proclama ambiciosa. Cuando le tocó pronunciarse, Pacheta habló de estar arriba y competir por el ascenso... entre los seis primeros que optan al premio gordo.

Yentre envite y órdago, la jugada se quedó en el aire sin resolver. Como quien deja un sobre lacrado en el estante pendiente de abrir al final de temporada.

Pues bien. Ese día llegó, y lo que en su momento se entendió como una declaración de intenciones y firma apuesta por el regreso a la Primera División por la vía rápida ha acabado por darle la razón al presidente de la entidad, que por algo fue 'master chef' antes que fraile.

29millones de euros de límite salarial, por delante del Leganés, con 26 y Huesca (18), y solo por detrás del Eibar (30).

Al brasileño le amparaban los números –29 millones de límite salarial, solo superado por el Eibar–, pero también su olfato a la hora de comparar plantillas. Después de un trabajo ímprobo para resolver la cuadratura del círculo –encajar contratos ya firmados y dar salida a aquellos que no tenían cabida, incluidos los del Promesas–, Fran Sánchez pudo configurar un bloque compacto y, sobre todo, equilibrado en todas sus líneas.

Si hubiera que puntuar jugador por jugador en base a unos criterios comunes y trazar al final una raya, el resultado de la suma colocaría a buen seguro al Real Valladolid a la cabeza de ese hipotético ránking entre los veintidós clubes de la categoría. No cabría ninguna duda. Como no las tuvieron los técnicos cuando se afanaron en dar todo el favoritismo al equipo de Pacheta al comienzo de temporada.

Luego la realidad ha sido otra bien distinta, y tanto Almería como Eibar han lucido el maillot de la regularidad durante muchas más jornadas, llegando a tomar distancias que en su momento se antojaron insalvables (12 puntos disfrutó el equipo de Rubi sobre el Real Valladolid a finales de noviembre).

68El de Pacheta ha sido el equipo más goleador, además del más rematador, de Segunda.

Solo en cinco jornadas ha pertenecido una de las dos plazas de ascenso directo a los blanquivioletas. La primera, madrugadora, se registró en las últimas fechas del mes de agosto (jornada 3ª) coincidiendo con la visita de los de Pacheta al Anxo Carro de Lugo (0-2). Fue un espejismo porque vinieron curvas al abandonar Galicia. Tres derrotas consecutivas (Burgos, Tenerife y Girona) no solo mandaron al Pucela al puesto 15ª sino que hicieron tambalear su banquillo al poner en entredicho el sistema de tres centrales. La rápida intervención del gabinete de crisis provocó un brusco cambio de rumbo que semana a semana logró encauzar la nave. El nada traumático salto al sistema 4-4-2, más aplaudido y mejor acogido en el vestuario, tardó en arrancar pero cuando lo hizo, el equipo de Pacheta tomó una velocidad de crucero que le devolvió a los primeros puestos.

La visita del Burgos a Zorrilla, en un nuevo derbi regional que se resolvió con un zapatazo de de Cristo a la escuadra, devolvió la segunda plaza –y, por lo tanto, billete de ascenso– al Real Valladolid. Se jugaba la jornada 23ª y dos después, con el Sporting como rival (1-0, en un partido en el que disfrutó del primer penalti de la temporada), volvería a ocupar el segundo puesto con 47 puntos.

Se despedía el mes de enero en un momento dulce, y con el panorama aparentemente despejado. Pero aún vendrían baches. La lesión de Óscar Plano, la incomprensible sanción a Sergio León, la inconcebible derrota en Zorrilla ante la Real B,...

Contra las cuerdas, el Pucela supo reaccionar ofreciendo su mejor versión en Eibar, versión que ya no abandonaría hasta el final. Solo faltaba un golpe del destino. Y éste llegó ayer...