No sé por dónde empezar. Ni siquiera sé qué decir. Se han dicho muchas cosas y muchos eslóganes que nos han convencido de que somos un gran pueblo o una gran ciudad como hizo el pasado martes mi compañero Tony Pola. No se me ocurre ... nada que mejore a lo ya dicho. Pero esto hay que pasarlo y tenemos muy reciente la larga crisis de 2008 como para no estar preocupados. Y por eso todo lo importante deja de serlo porque hay algo más urgente.
Ha tenido que pasar esto para que se pase el enfado contra Sergio, Michel o Moyano por hablar de tres de los sospechosos habituales. Hemos visto como se ha parado el país sin fútbol, Fallas, y procesiones. Nos quedaremos sin Eurocopa, Giro y Roland Garros. Seguramente no tengamos este año Juegos Olímpicos. Y no pasa nada porque lo importante es salir de esta.
Ojalá esto nos sirva (aquí me incluyo y el plural no es mayestático) para ver que el deporte es eso, deporte. Que levanta pasiones, filias y fobias, pero es deporte. Nos tiene que enseñar que Bill Shankly se equivocaba cuando decía que el fútbol era algo más que una cuestión de vida o muerte. Incluso se equivoca Valdano cuando decía que el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes. Eso quizá lo pueden decir los profesionales que viven de esto, pero ellos cuando reciben un revés en la vida real, siempre dicen que cambiarían tal título o tal gol por no pasar por determinada circunstancia.
Tenemos que aprender que en deporte uno gana y otro pierde y que eso no significa que el derrotado lo haya hecho mal. Igual que en una oposición aprueban los primeros y eso no significa que el primero que se queda sin plaza lo haya hecho mal, en deporte pasa lo mismo. Hay alguien mejor y sólo debe existir la crítica constructiva para ver cómo podrías hacerlo mejor. La crítica constructiva no es el insulto o usar las redes sociales para intentar ridiculizar a los profesionales.
Ahora el balón está en nuestro tejado y somos nosotros los que lo tenemos que hacer bien. Tenemos que quedarnos en casa. Eso depende de nosotros y no tenemos un rival que nos saque de casa. Vamos a exigirnos a nosotros como exigimos a los deportistas de nuestros equipos. Y todos los que rompéis este confinamiento recibís no mi crítica, sino mi reprobación. La mía y la de los que responsablemente nos quedamos en casa.
Acabo deseándoos salud y mucha suerte. Cuidaos, por favor.
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