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Los fallos en las dos áreas condenaron al Real Valladolid. El equipo de Sergio González gozó de claras oportunidades para batir a Courtois, pero se ... estrelló con el portero belga y su proverbial falta de gol. Atrás se descompuso en la defensa a balón parado, donde concedió más de la cuenta y lo acabó pagando con un cabezazo de Casemiro que dio los tres puntos al Real Madrid. Con más incisión arriba, otro gallo habría cantado. Con más atención en los envíos rivales al área, habría sumado al manos un punto. Sin embargo, el 0-1 final le hace bajar un puesto en la tabla. El Pucela ya es penúltimo.
La motivación viene de serie en partidos ante equipos como el Real Madrid. El Real Valladolid salió extremando la concentración y dispuesto a limpiar el escudo de fiascos recientes. Sergio González recurrió a un doble cerrojo por la derecha, con Janko por delante de Luis Pérez. El equipo no solo no perdió efectividad arriba sino que aprovechó la vocación ofensiva del suizo. Guardiola apareció como único punta de inicio porque Sergio relegó a Weissman al banquillo. Hay miradas que matan y que se pagan con la suplencia.
Real Valladolid
Masip; Luis Pérez, Bruno, Joaquín, Nacho Martínez; Alcaraz (San Emeterio, m.83), Roque Mesa (Kodro, m.72); Janko (Jota, m.60), Kike Pérez (Óscar Plano, m.83), Orellana; y Guardiola (Weissman, m.72).
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Real Madrid
Courtois; Lucas Vázquez, Varane, Nacho Fernández, Mendy; Kroos, Casemiro, Modrid; Asensio (Sergio Arribas, m.65), Mariano (Hugo Duro, m.65) y Vinícius (Isco, m.65).
Goles: 0-1 (m.64), Casemiro.
Árbitro: Cuadra Fernández (comité balear). Amonestó a Alcaraz, Lucas Vázquez, Orellana, Arribas, Óscar Plano.
Otros datos: José Zorrilla, Sin público en las gradas por la pandemia de covid-19.
El Real Madrid salió con ganas de resolver el choque sin mucho desgaste. La derrota del Atlético de Madrid ante el Levante ofrecía una gran recompensa para los blancos si eran capaces de tumbar al Pucela. Los primeros compases fueron visitantes, al menos en la posesión. Sin embargo, el Real Valladolid sacó los colmillos en dos minutos donde generó un peligro desconocido en los últimos tiempos. Orellana probó a Courtois, que despejó la pelota sin muchas complicaciones. El balón le cayó a Janko, sin marca y con todo a favor para anotar el gol. Su disparo se estrelló contra el corpachón del meta belga y la ocasión se evaporó por encima del larguero. La suerte se alió con el Madrid. Sin solución de continuidad, Alcaraz volvió a probar los guantes de Courtois tras un buen pase de Guardiola.
El ritmo se puso vivaz. Orellana malgastó una contra y Kike Pérez sufrió un pisotón de Casemiro en el área del que ni el árbitro ni el VAR quisieron saber nada. El Real Valladolid mantuvo la compostura atrás, bien sellado en todas sus líneas. Las batallas se multiplicaban por todas la zonas del campo. Janko y Mendy. Luis Pérez y Vinícius. Nacho Martínez y Asensio...
En ausencia de Benzema, el gran peligro visitante lo encarnó Mariano, con continuos merodeos por el área blanquivioleta. El ariete definió a la perfección en dos ocasiones ante Masip... anuladas por fuera de juego. El Real Madrid tocó y tocó antes del descanso, sin llegar a asustar a Masip, salvo en un cabezazo de Casemiro que se marchó alto. El Real Valladolid aguantó con toneladas de solidaridad sobre el césped (más el consiguiente desgaste) y con un Janko participativo en su posición adelantada.
La defensa volvió a dar facilidades a Casemiro en un córner en el que Bruno se despistó. El mediocentro del Madrid se encasquilló de nuevo. Lucas Vázquez encontró huecos para disparar ante Masip. El Real Madrid apretó el acelerador. El Real Valladolid echó el freno de mano. Amenazó el agobio. Sin embargo, en choques de este tipo siempre se abren oportunidades. Orellana malgastó otra bala de plata y reventó la pelota contra Courtois en una mala salida blanca. Segunda ocasión al limbo. Una falta al borde del área generó el 0-1. Casemiro volvió a burlar los marcajes y cabeceó a gol el envío de Kroos. El mediocentro no perdonó esta vez y la defensa del Pucela quedó retratada.
Sergio buscó la mordiente perdida con las entradas de Jota, Weissman y Kodro, pero al Real Valladolid ya le costaba un mundo llegar a la orilla rival. El Real Madrid empezó a sentirse liberado, con Mendy más suelto. Isco, recién entrado, también empezó a brujulear sin oposición. El Pucela pagó los esfuerzos acumulados y se quedó sin fuelle en los minutos finales, en los que jugó con la lengua fuera. Perdonó al Real Madrid en las acciones más claras y se vio expuesto a balón parado. El sueño de ganar se esfumó. Otra noche para lamentar.
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