El estadio del Celta de Vigo como trampolín para el Real Valladolid

Las dos últimas visitas del Real Valladolid a Balaídos dejaron sensaciones positivas. El equipo de Sergio González no logró la victoria en ninguno de los dos compromisos, pero logró equilibrar un marcador muy adverso en la campaña 2018-2019 y cortó una racha de dos derrotas la pasada temporada tras dejar la portería a cero. Este domingo (14 horas) está obligado a dar un paso más para no encadenar su octavo partido sin ganar, una racha negativa que ya padeció al inicio del campeonato.

Vigo fue el trampolín del Pucela tras el ascenso de categoría. El conjunto blanquivioleta llegó a Balaídos en la jornada quinta de la temporada 2018-2019, después de dos empates y dos derrotas y sin haber marcado un solo gol. En Balaídos se vio a remolque en el marcador y encajó dos goles en los primeros ocho minutos (tantos del inevitable Iago Aspas y de Maxi Gómez). Óscar Plano redujo distancias antes del descanso con un cabezazo tras un envío de Nacho, pero las esperanzas visitantes parecieron saltar por los aires cuando Iago Aspas (quién si no) marcó el 3-1 desde la frontal. Pero Ünal y Leo Suárez (en el minuto 93) culminaron el 3-3 final. Aquel marcador energizó al equipo de Sergio, que ganó los cuatro partidos de Liga siguientes.

La pasada campaña, el 0-0 de Balaídos sirvió para detener una racha de dos derrotas seguidas y blindar la portería, aunque evidenció problemas ofensivos.

La última victoria del Pucela en el estadio vigués se produjo en la campaña 2010-2011, en Segunda división, por 1-2, con goles de Nauzet Alemán (de penalti) y Óscar González y Abel Resino en el banquillo. Para rescatar el último triunfo en Primera en Vigo hay que retroceder hasta la temporada 1996-1997, con Vicente Cantatore como técnico blanquivioleta. El Real Valladolid se impuso por 0-2 con tantos de Harold Lozano de penalti y Quevedo.