Ávalos Barrera, mal disciplinariamente

El encuentro pudo tornar a bronco debido a no gestionar bien las tarjetas. Permitió todo tipo de enfrentamientos, protestas y algún codazo sin llegar a saber cuando la accion sería castigada con amarilla, no teniendo un criterio claro y uniforme. También falló en la peritación de los contactos. Hubo fases que los participantes no sabían lo que era falta o lo que se dejaba seguir.

Plano protestó de forma enérgica un leve agarrón de un defensa visitante que estaba al límite de la infracción. Ávalos mandó continuar y entendió con buen criterio que la acción no era suficiente para impedir que el pucelano continuara con la acción. El VAR lo tuvo igual de claro y realizó una revisión rápida y eficaz.

El colegiado expulsó a Pulido por sujetar del hombro de manera evidente a Sergio León cuando iba a encarar al portero. La expulsión no admitía dudas.

En definitiva, mal control del partido del árbitro, que hizo una utilización muy pobre de las tarjetas y debido a su inseguridad le hizo enfrentarse a dos jugadores locales, en situaciones que debería evitar.