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El Real Valladolid ha perdido en los últimos tres partidos el 'punch' competitivo que exhibió ante el Fútbol Club Barcelona en el Camp Nou. La derrota ante el Granada y los negros empates en las 'finales' ante Elche y Cádiz han precipitado al equipo ... de Sergio González hacia un abismo del que hoy mismo puede salir si es capaz de dar una vuelta de tuerca a su preocupante situación. El choque aplazado ante el Athletic Club (San Mamés, 19:00 horas) concede al Pucela una nueva liana a la que agarrarse para salir de unas arenas movedizas cada vez más densas que amenazan con el descenso a Segunda División.
Puestos a hacer cuentas, el Real Valladolid sabe que un triunfo hoy ante los leones le permitiría colocarse con 32 puntos, ascender hasta la decimosexta plaza, dejar por detrás a Alavés (31), Elche (30) y poner tierra de por medio con el Huesca (27). El Eibar, con 23 puntos, ya parece sentenciado a falta de cinco jornadas. Esa aspiración es la que cualquier equipo que solo haya sumado una victoria en las últimas quince jornadas de Liga tendría colocada en el frontispicio del vestuario ante un Athletic Club, cómodamente instalado en la décima posición de la tabla, y que viene de dar la campanada con su triunfo ante el Atlético de Madrid después de un cargadísimo calendario en el que ha visto cómo se le esfumaban consecutivamente dos finales de Copa.
Sin embargo, y vista la anemia futbolística, táctica y emocional que atraviesa, el Real Valladolid puede aspirar también a otro insulso empate que le sacaría de los puestos de descenso gracias a la mejor diferencia de goles con el Elche, pero que demostraría por enésima vez su raquitismo competitivo.
Sergio González se ofende cuando se le inquiere si el empate es un objetivo. «Me sorprende esta pregunta. Nosotros salimos todos los partidos a ganar. Lo contrario es impropio del deportista. Somos ambiciosos. Y el equipo que sacamos es superofensivo, con un pivote ofensivo, dos delanteros, dos bandas ofensivas... Otra cosa es que, por lo que sucede en el partido, no seamos capaz de ejecutarlo bien y que tengamos la sensación de dar un paso atrás. Eso es por la inercia».
La enfermería blanquivioleta se ha ido vaciando y, ahora, ya solo queda en ella el lesionado de larga duración Raúl García Carnero. Kenan Kodro, cedido por el Athletic, no podrá jugar por la 'cláusula del miedo'. Salvo estos dos jugadores, el entrenador dispone, por tanto, del resto de efectivos. Kiko Olivas ha entrado en las dos últimas citaciones después de superar su grave lesión. Javi Sánchez se incorporó el lunes tras recuperarse de una nueva dolencia muscular. El abanico en el eje de la defensa se expande para Sergio, que puede contar, por primera vez en toda la temporada, con todos sus hombres. Y como el fondo de vestuario también es amplio en todas las líneas se abre la posibilidad de que el entrenador utilice otras variantes tácticas.
Athletic Club: Unai Simón; De Marcos, Unai Nuñez, Íñigo Martínez, Balenziaga; Williams, Dani García, Unai López, Morcillo; Sancet y Villalibre
real valladolid: Roberto; Luis Pérez, El Yamiq, Joaquín, Olaza, Nacho; Óscar Plano, Alcaraz, Roque Mesa; Weissman y Marcos André.
Árbitro: Cordero Vega (comité cántabro).
Hora: 19:00.
Estadio: San Mamés.
Televisión: Movistar LaLiga
«Está claro que tengo pocos argumentos para defender el mantenimiento del 4-4-2 porque los resultados no nos están acompañando o no hacen fuerte ese sistema. El equipo está cómodo con el 4-4-2. Y si en la primera parte ante el Cádiz hubiéramos metidos otros dos goles estarías diciendo que se confirma una buena actitud a nivel de esquema. Pero estoy de acuerdo: cuando las cosas no salen, puede haber cambio de sistema y de futbolistas. Si vemos que no podemos ganar con el 4-4-2, cambiaríamos el sistema».
Sin embargo, el problema del Real Valladolid va mucho más allá de la disponibilidad de unos u otros jugadores y, quizá, también del dibujo sobre el campo. El equipo, zarandeado por diferentes desgracias durante el curso, ya solo juega a chispazos y se cortocircuita de mala manera en los peores momentos. Ante el Cádiz pudo golear en la primera parte... para acabar empatando a uno y vivir con una sensación de agobio durante la segunda mitad. En el partido ante el Elche rescató un punto cuando pintaban bastos y contra el Granada dejó escapar la ventaja inicial para acabar topándose de bruces con otra derrota dolorosa. «Debemos volver a competir. Debemos mantener las fases buenas y, en las menos buenas, sufrir, estar juntos, unidos, competir y apretar los dientes. En los momentos de debilidad parece que nos volvemos más pequeños. Es ahí donde debemos dar un paso adelante. Y creo que el equipo está preparado perfectamente», subrayó ayer Sergio.
El Athletic, vigorizado de la mano de Marcelino García Toral, se ha visto expuesto durante las últimas jornadas a los fragores de la doble final de Copa y, salvo en la última jornada frente al Atlético de Madrid, ha ido cediendo puntos. Hasta cinco empates seguidos encadenaron los bilbaínos, tres de ellos en su estadio, antes del triunfo en la pasada jornada. Equipos de la zona baja como Alavés o el colista Eibar han pescado recientemente puntos en San Mamés.
El Real Valladolid ha visitado al Athletic Club en 50 ocasiones (seis de ellas en Copa), con un balance de tres victorias, 12 empates y 35 derrotas. Los dos últimos partidos del Pucela en San Mamés, con Sergio González en el banquillo, acabaron con sendos empates: la campaña pasada Íñigo Martínez marcó en propia puerta el gol para el equipo vallisoletano (1-1) y, en la anterior, Óscar Plano equilibró en el 92 el tanto de Aritz Aduriz para los rojiblancos. Hoy toca dar un paso más en busca de un triunfo para superar la depresión.
Sergio González valoró el plan de LaLiga y el Gobierno central para que los aficionados vuelvan, de manera controlada, a los estadios en las últimas dos o cuatro jornadas del campeonato, lo que puede llevar a ver de nuevo público en Zorrilla en el último partido frente al Atlético de Madrid. «Si me preguntas como Sergio González, me gustaría que Zorrilla estuviera lleno ya en el próximo partido. Estoy convencido de que el equipo hubiera rendido mucho más en esos momentos más débiles, en los últimos minutos, con la gente al lado. Aunque fueran aplausos, silbidos, el runrún ese... Los futbolistas habrían estado más metidos y no se habrían distraído tanto en los minutos finales. Estoy convencido de que habríamos sido más solventes y el público nos habría dado el aliento y el refuerzo para que no nos pasaran ese tipo de situaciones», consideró el entrenador del Real Valladolid. Para Sergio González, el gol que marcó Yassine Bounou, el portero del Sevilla, tras un córner en el minuto 93 no habría sucedido en un Zorrilla con público. «Estoy convencido de que ese córner no entra porque nos haría estar mucho más de puntitas».
«Si me preguntas por LaLiga en sí, sería un poco desnivelar la igualdad empezar sin público y acabar con él. Pero como enamorado del fútbol me gustaría que hubiera gente ya en el partido ante el Betis. Si nos tienen que apretar y silbar, que lo hagan. Así sacaríamos nuestra mejor versión», añadió Sergio González.
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