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Fran y José Santos en La Romareda. EL NORTE
El ascenso del que nació una fidelidad
Real Valladolid

El ascenso del que nació una fidelidad

Una vida ·

José Santos y su hijo Fran no fallarán en Ibiza. Al fin y al cabo son 14 años detrás del Pucela

Nuria Galindo

Valladolid

Jueves, 19 de mayo 2022, 00:01

El gran parecido físico no es lo único que ha heredado Fran de su padre José Santos, por sus venas recorre sangre blanquivioleta. Sin duda, la pasión y el sentimiento por el Real Valladolid se ha transmitido de generación en generación. A sus 53 años, lleva siendo socio desde hace 40 años. Sus hijos Fran y Patricia llevan toda la vida siendo fieles al club. La filosofía blanquivioleta entró en ellos antes de que nacieran. «Les hice socios antes de nacer, son del Real Valladolid desde el primer día de sus vidas».

El momento que cambió su historia ocurrió el 23 de abril de 2007. Los vallisoletanos salieron a la calle para celebrar el ascenso capitaneado por Mendilibar. «Fuimos a la Plaza Mayor y estuvimos en un puente viendo como los jugadores pasaban en el barco del Pisuerga. Mi hijo tenía cuatro años y le impactó tanto que desde entonces no quiere saber de otra cosa que no sea el Real Valladolid», comenta José sobre su hijo Fran de 19 años. Fue la primera página de un libro de aventuras que han ido escribiendo año tras año y que siempre ha tenido como protagonista al Real Valladolid. «Llevamos 14 años viajando para apoyar al Pucela. Nos organizamos para ir a todos los campos. No nos perdemos ni uno, vamos a todos los lados».

Junto a su familia celebrando el ascenso de la temporada 2017-18. EL NORTE

«Le he dicho que es una faena que le haya hecho del Real Valladolid porque es duro, incluso le he llegado a pedir perdón, pero él con orgullo me dice que es lo mejor que le ha pasado», bromea. Ambos han estado en los momentos más felices de la historia blanquivioleta, pero cuando han llegado las derrotas su corazón se ha quebrado. «Cuando fuimos a Bilbao a ver el Amorebieta estuvimos sin hablar durante todo el viaje de vuelta, nos quedamos sin palabras. Lo sufrimos mucho».

Vivir en tiempos del EuroPucela

Antes del nacimiento de sus hijos, José tuvo el placer de disfrutar del EuroPucela en su segunda participación en la Copa de la UEFA en la temporada 1997-98. Fue uno de los cerca de cincuenta aficionados blanquivioletas que se desplazaron a Letonia. Aquel viaje casi le cuesta un divorcio. «Yo no había montado en avión en mi vida e iba a ir con mi mujer de luna de miel a Canarias. Como me daba tanto miedo lo anulé. Dos días después jugaba el Real Valladolid ante el Skonto de Riga y decido ir. Cuando se lo dije a mi mujer, como es normal, se enfadó». La primera vez que viajó en avión no lo olvidará. Puede decir que recorrió 3.536 kilómetros para apoyar al equipo de sus amores. «Fuimos con los jugadores en el mismo avión y estuvimos todos en un hotel. Fue muy bonito».

José aún sigue teniendo miedo a volar y por ello, descarta ir en avión a Ibiza. El viernes se desplazará con su hijo a Denia y desde allí, el sábado, se embarcarán en un ferri con destino a la isla. «Me imaginaba que el Real Valladolid iba a fletar un avión para los aficionados, pero no han sacado nada y nos hemos tenido que buscar la vida. El ferri sale a las 7:30 de la mañana, tardaremos dos horas y cuarto en llegar. Veremos el partido y aprovecharemos comer en un chiringuito y disfrutar de la playa. Nos volvemos a Valladolid el domingo».

Aunque vean difícil que el Real Valladolid ascienda a Primera División, José y Fran no faltarán a ningún viaje. Sea en Ibiza, Tenerife, Las Palmas o en cualquier parte del mundo. Seguirán acompañando a su equipo esté en Primera o Segunda División.

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