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El exgerente de Osasuna Ángel Vizcay ha afirmado este martes en el juicio del denominado caso Osasuna que el club decidió en la parte final de la temporada 2012-2013 pagar al Getafe para que se dejara ganar contra Osasuna y hacer lo mismo con ... el Real Valladolid y el Betis para que en su caso vencieran a Deportivo de la Coruña y Celta de Vigo, rivales directos del club rojillo por la salvación en Primera División.
Vizcay, a preguntas de la fiscal, ha afirmado que se pagaron 150.000 euros al Pucela por ganar al Deportivo, y otros 150.000 euros al conjutno bético para que tumbara al Celta. «Tanto Celta como Deportivo eran rivales clasificatorios próximos y se primó a los que jugaban contra ellos», ha afirmado según Europa Press.
Además, ha dicho que «hay otros 400.000 euros que se le dan al Getafe para que no ganara en Pamplona» y «hay otros 400.000 euros por primas a los jugadores establecidas entre la directiva y la plantilla».
Ángel Vizcay ha afirmado que «todo esos destinos de dinero se hablaron y se decidieron en la Junta Directiva» de Osasuna.
Se da la circunstancia de que el Real Valladolid, entrenado en aquel momento por Miroslav Djukic, tenía en aquel encuentro ante el Deportivo de La Coruña una oportunidad de oro para amarrar la permanencia en Primera División, ya que llegó a la jornada 35 del campeonato en 12ª posición y con ocho puntos de ventaja sobre los gallegos (que marchaban antepenúltimos) con cuatro partidos por disputarse.
La victoria, con un solitario gol de Javi Guerra en el minuto 48, cercioró la salvación de un equipo que acabó la liga con siete puntos de ventaja sobre los puestos de descenso pese a perder los últimos tres encuentros.
Como recoge EFE, Vizcay ha abierto este martes la ronda de declaraciones judiciales contra once acusados (seis exdirectivos de Osasuna, tres exjugadores del Betis y dos agentes inmobiliarios) por los presuntos delitos de apropiación indebida, societarios, falsedad en documento mercantil, falsificación de las cuentas anuales y corrupción deportiva por amaño de partidos.
El exgerente, que trabajó 24 años en el club con seis presidentes y dos juntas gestoras, ha declarado que, en las temporadas 2012-2013 y 2013-2014, se utilizó dinero en efectivo para «predeterminar o primar a otros equipos por ganar al oponente o bien para determinar un resultado que fuese beneficioso para Osasuna».
En la temporada 2013-2014, en la jornada 36, Osasuna estaba en riesgo de descenso, al igual que Real Valladolid, Granada, Almería, Elche, Espanyol y Getafe, y en menor medida el Celta y el Deportivo. Era especialmente importante, ha comentado, el partido Betis-Real Valladolid, ya que los sevillanos estaban descendidos y quizás no salían con «motivación» suficiente. Por ello, se primó al Betis con 400.000 euros. Esta es, precisamente, la única cantidad que reconocieron haber pagado tanto el expresidente Archanco como el exdirectivo Pascual. Respecto a las otras cantidades, nada dijeron
En la misma jornada, en el Espanyol-Osasuna, los catalanes necesitaban un punto para salvarse matemáticamente y se pactó el empate por 250.000 euros.
En otra jornada, se pagaron otros 250.000 euros al Betis por dejarse ganar en Pamplona. Sin embargo, otros resultados adversos hicieron que Osasuna terminase descendiendo a Segunda esa temporada tras catorce años en Primera.
De todos estos pagos, en este proceso se juzgan exclusivamente los 650.000 euros pagados en total al Betis para determinar el resultado de dos partidos.
Uno de los pagos, ha declarado, se hizo en el garaje de una vivienda particular de Sevilla a tres jugadores del Betis, de los que ha identificado a Jordi Figueras y Xabier Torres.
No ha estado seguro si el tercero era Antonio Amaya, también acusado en este juicio, aunque sí le ha identificado como la persona a la que hizo otro de los pagos en julio de 2014 en el vehículo particular del jugador.
Vizcay ha relatado cómo después «confesó todo» al presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, porque esta entidad tenía «pistas» de lo ocurrido y el CSD ya estaba haciendo una auditoría del club. El exgerente ha afirmado que no se sintió «coaccionado» de ninguna manera para hacer la confesión, que fue «libre y voluntaria».
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