Álvaro Aguado llega al Real Valladolid tras atravesar «muchos problemas» en el Córdoba

«Entre una lesión que tuve y el descenso no fueron mis mejores seis meses, pero al final aprendes de todo», relató en su primer día en Zorrilla, donde estuvo acompañado de parte de su familia y de su agente.

Ahora, dado ya el salto a Primera División, «donde sueña con jugar cualquier chaval que empieza a darle patadas a un balón», Aguado intentará hacerse con un puesto en una zona en la que la plantilla está más que completa con jugadores como Míchel Herrero, Anuar, Luismi, Rubén Alcaraz y Fede San Emeterio o incluso con futbolistas del corte de Óscar Plano, Toni o Antonio Domínguez y, que regresan tras sus cesión. Cuestionado sobre la posibilidad de salir cedido si no convence al entrenador, el jugador aseguró que su cabeza «está solo aquí (en referencia al Real Valladolid)» y está «deseando que empiecen los entrenamientos» para ponerse a las órdenes de Sergio y ponerle las cosas difíciles». «Ya se verá si tengo hueco, yo pienso que sí, tengo mucha confianza en mí mismo y así me lo ha transmitido también Miguel Ángel (el director deportivo del Real Valladolid)», aseguró el deportista de 23 años.

Sincero a la hora de reconocer que le hubiera gustado recalar antes en el Real Valladolid, se definió como un jugador al que le gusta «tener el balón». «Soy muy dinámico, me gusta ser atrevido y siempre tener la posesión y cuando no se tenga, echar una mano en labores defensiva para recuperarla cuanto antes».

Gómez, por su parte, afirmó que pese a que el fichaje se formalizó en enero realmente se trataba de la primera incorporación de la temporada 2019-2020: «Estuvimos peleando por él en invierno para intentar hacer los deberes antes de tiempo, que no parezca que no hay fichajes, es que hemos hecho algunos deberes antes de que acabe la temporada», aseveró.