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Miguel Álvarez (66 años) es un entrenador de largo recorrido en el Villarreal B. El técnico jiennense se hizo cargo del filial amarillo en la campaña 2017-2018 en Segunda B y subió a Segunda División en el curso 2021-2022, ya con la Primera RFEF en vigor. Ahora, el colista Villarreal B parece afrontar ya el destino del descenso, pero Álvarez quiere acabar la campaña con el mejor sabor de boca posible... y eso implica plantar cara al Real Valladolid este domingo en Zorrilla.
«Sabemos de la dificultad del partido. Ya no es el rival que vino aquí en la primera vuelta y ante el que hicimos un gran partido. Se han reforzado en el mercado de invierno con seis jugadores de mucho nivel. Lo vamos a afrontar como siempre. Hemos preparado bien el encuentro», explicó este viernes Miguel Álvarez en una rueda de prensa publicada posteriormente por el club amarillo en su canal de YouTube.
El Villarreal B, colista de la categoría con 40 puntos, es el peor visitante de Segunda División: sólo ha ganado dos partidos, ha empatado cuatro y ha perdido 14. Eso sí, uno de los triunfos está muy reciente:la sorprendente goleada al Sporting de Gijón en El Molinón por 0-3 de la jornada 37ª.
«Vamos a jugar contra un Real Valladolid que está para el ascenso directo. Eso dice mucho de su potencial: va a jugar en su casa, rodeado de su afición... Vamos a tener que hacer las cosas muy bien. Y saber sufrir cuando no las hagamos tan bien... Creo que los chicos están preparados y saben lo que nos vamos a encontrar. Han demostrado que el factor ambiente no les afecta. Saben jugar ahí. Hemos jugado en otros campos y nos han penalizado otras cosas, pero en este aspecto ellos se sienten cómodos. Lo tenemos que hacer muy bien y con mucha personalidad. Si no, lo vamos a pasar mal con ese nivel de jugadores».
Bajas en el tramo final
Álvarez lamenta las numerosas bajas que ha sufrido el Villarreal B en este último tramo de la temporada y califica esta última semana como «de locos». «Es lo que hay. Ahora nos toca competir con lo que tenemos y hacerlo como lo están haciendo los chavales. Hemos perdido hombres importantes, pero estamos dentro de los partidos».
Con el descenso casi cantado, el entrenador del Villarreal B asegura tener la «conciencia tranquila», al igual que sus compañeros del cuerpo técnico. «Es el año en el que más hemos trabajado en todos los sentidos. Para no encajar tantos goles a balón parado necesitas gente con experiencia, grande, Cuando recibes veintitantos goles a balón parado esa eficacia te falta. Mi objetivo era estar tres años en Segunda y me voy enfadado por eso. Todo el mundo ha puesto los medios, pero hay lo que hay. Soy consciente de dónde estoy. En enero el club quiso hacer un esfuerzo y no pudo:había un riesgo, ellos eran conscientes y yo también. No lo hemos superado por la mala suerte de las lesiones».
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