UD Almería, ganar para poner la rúbrica al proyecto de Rubi

No ha sido un año sencillo para la UD Almería en su vuelta a la máxima categoría del fútbol español. De nuevo, con Joan Francesc Ferrer 'Rubi' a la cabeza tras el ascenso logrado el pasado curso, los almerienses han pasado por diferentes fases de rendimiento durante la temporada. La salida del nigeriano Umar Sadiq con destino a San Sebastián en los últimos días de mercado hizo daño al plantel, pero durante la campaña sus sustitutos han ido turnando la responsabilidad del gol y entre todos han compensado los que podría haber anotado el que fuera 'Pichichi' indálico en LaLiga SmartBank. Rubi ha sido fiel a su idea y ha pretendido asentar su proyecto en Primera División en base a una estructura que da mucha importancia a la participación de sus centrocampistas.

Casi siempre en 4-3-3, permitiendo libertad a los extremos para moverse hacia el interior y a los laterales para asomarse al área rival una y otra vez. Sus tres centrocampistas marcan cada partido la pauta del técnico. Siempre con un jugador como pivote, cerca de los centrales, ya sea Eguaras o César de la Hoz, complementando con perfiles distintos. Robertone con mucho recorrido para ir y volver entre áreas, Samú Costa con capacidad para sacar el balón jugado y clarividencia en los metros finales, Melero llegando con peligro desde segunda línea o Portillo, el más mediapunta clásico para enlazar con los delanteros. Arriba llegan los problemas con las bajas de Luis Suárez, Leo Baptistao y la duda de si podrá regresar el africano El Bilal Touré.

El portero y capitán rojiblanco, Fernando Martínez, ha cuajado una gran temporada. Tan buena que 'obligó' a Fernando Pacheco, portero de sobradas garantías, a buscar un destino diferente en el mercado invernal para poder gozar de minutos. Fernando promedia 3,6 paradas por partido con un porcentaje de éxito del 68% en sus intervenciones. Ha sido un pilar fundamental con paradas y actuaciones que, verdaderamente, han dado puntos a la UD Almería. En el centro de la zaga, Rubi ha probado tanto con dos como con tres centrales durante la temporada dando la oportunidad al joven brasileño Kaiky junto a Babic y Rodrigo Ely. Al final, estos dos últimos se han asentado en el eje defensivo gracias a su buena defensa del área y su contundencia defensiva. Babic promedia 3,5 despejes y Ely se va hasta los 5,5 por partido.

La habitual presencia de tres centrocampistas permite que los dos laterales tengan mucha libertad para acompañar al equipo en ataque. Por la derecha aparecen Pozo o Puigmal y por la izquierda se suman con peligro Akieme o Centelles. Son futbolistas rápidos, que llegan bien por sorpresa y capaces de levantar la cabeza para acertar en el envío al área.

En el caso de Akieme, además, posee un excelente disparo de media distancia que ya conoce de primera mano el Real Valladolid tras el gol que marcó la temporada pasada en ese mismo escenario. Estos jugadores se complementan bien con los extremos que son capaces de recibir por dentro y permitir sus subidas como Lázaro o Embarba. Las subidas de los laterales son una fuente importante para canalizar el peligro de los de Rubi.

Tiene serios problemas el entrenador catalán en la punta del ataque. Las lesiones de Leo Baptistao y El Bilal Touré dejan, seguro, al brasileño en el dique seco y al africano entre algodones para un posible regreso con el que se tienen muchas dudas tras varias semanas sin poder competir. Si esto no fuera poco, el colombiano Luis Suárez vio la tarjeta roja en San Sebastián durante la jornada intersemanal y no podrá, tampoco, ser de la partida. A Rubi le quedan dos opciones para un partido tan importante. Confiar en el brasileño Dyego Sousa al que ha dado muy pocos minutos en esta segunda vuelta o dar entrada a Lázaro Vinicius en una posición de falso nueve en la que viene desenvolviéndose muy bien y haciendo cuatro goles en los últimos tres partidos.

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