Alcalde al rescate

Viene esto al caso por la ayuda que Óscar Puente le ha echado al CBC Valladolid para que Frank Bartley llegara a tiempo de comenzar la pretemporada. Las palabras de agradecimiento de Mike Hansen –algo muy de la cultura americana, de la que se empapó el actual presidente en su etapa de formación– me recuerdan tiempos no tan pretéritos en los que León de la Riva levantaba varias veces el teléfono cada día para solucionar el último contratiempo del Fórum. Muchos de ellos económicos, pero otros tantos burocráticos como el que ahora ha permitido al de Louisiana llegar con el visado en la mano y no esperar al 21 de diciembre para aterrizar en Valladolid, fecha que le habían dado en el consulado para formalizar todo el papeleo.

Ahora es necesario esos permisos. En la etapa de León de la Riva 'en el club', Bartley hubiera volado sin problema ninguno antes de formalizar su estancia, ya en plena competición. Eso mismo es lo que sucedió en tiempos de Gustavo Aranzana, cuando una llamada al alcalde evitó que los dos americanos de turno fueran expulsados del país a un mes de terminar la liga, en mitad de la pelea por eludir el descenso de categoría. Con el documento de expulsión en mano, la mediación con el delegado del Gobierno evitó que el más descarriados de los hijos del ayuntamiento peleara por la permanencia con balas de fogueo y sin la red que proporcionaba por entonces la pareja de americanos. Sin duda eran otros tiempos. Cuando se disparaba con pólvora del rey, y desde luego el presupuesto superaba con creces los 250.000 euros para confeccionar la plantilla.

Mucho ha tenido que llover y muchos atletas se han quedado en el camino antes de que Valladolid, más protagonista tradicionalmente en el medio fondo, vuelva a ser noticia por tener en su censo al más rápido del país.

Sergio Juárez, natural de Medina del Campo –tierra de carreras de galgos–, se proclamó el pasado fin de semana campeón de España de 100 metros nada menos que 42 años después del último vallisoletano que se subió a lo más alto del cajón. Su éxito puede haber pasado inadvertido a nivel nacional por la ausencia de Bruno Hortelano y Aitor Ekobo, lesionados, y la baja forma de Ángel David Rodríguez, y por lo extemporáneo de una cita que nunca se había celebrado en el ocaso de agosto, pero a nivel local cobra especial relevancia por lo excepcional. 'Carne de Módulo', la pista cubierta que tanto costó levantar en Río Esgueva, el medinense del CAV se ha labrado un curriculum en el mismo escenario en el que Ángel Ibáñez, entonces en el DAR, puso la primera piedra de su título de campeón de España en 1977. Y en el mismo suelo en el que José Luis Cruz 'Verín' afiló su punta de velocidad a principios de los 70 antes de que El Salvador lo convenciera y reclutara para el oval.

El día que Carlos Suárez cumplió su primer año como presidente del Real Valladolid, la estabilidad en Primera era un hecho, se reforzaba la confianza en Pepe Moré como técnico y el mercado de fichajes se cerraba con la incorporación de Sousa, Colsa, Nico Olivera, Mustafá, David Aganzo y Óscar Sánchez. Horas antes se había cerrado el traspaso de Ricardo –hoy técnico del Juvenil de División de Honor– a la portería del Manchester United a cambio de 3 millones de euros, y en la jornada 4ª se sacó un empate ante el Real Madrid tras neutralizar el tanto de Raúl (1-1).

Diecisiete años han transcurrido de aquello, y en el primer aniversario de su llegada el bagaje de Ronaldo Nazário –gestión aparte–se parece demasiado, traspaso de Calero incluido.

Apuesten ahora que pueden por un final.... Con foso y sin banquillos al estilo inglés, aquel Valladolid hizo cumbre en el puesto 14º con 46 puntos.