No todos sufrimos juntos
«Para sufrir juntos hace falta que todos los actores involucrados demuestren implicación, empezando por el dueño»
Alberto Cuesta
Lunes, 23 de septiembre 2024, 18:07
Secciones
Servicios
Destacamos
Alberto Cuesta
Lunes, 23 de septiembre 2024, 18:07
En la rueda de prensa previa al partido contra la Real Sociedad, Paulo Pezzolano lanzó un mensaje a la afición y a la prensa: «suframos juntos», añadiendo que la temporada pasada todos sufrimos por separado. El mensaje en sí me parece brillante. Corto, sencillo ... y potente. Una frase con la que es fácil identificarse y que era evidente que el club haría suya, como sucedió al día siguiente, cuando la utilizaron en redes sociales. Pezzolano, que es un tipo inteligente, sabía desde antes de empezar esta temporada que debía cambiar su imagen de cara al aficionado. Estas palabras conciliadoras no hacen más que confirmarlo. Sin embargo, hay que leer entre líneas para entender el verdadero significado y lo que realmente esconden.
Por un lado, el entrenador uruguayo se pone la venda antes de la herida. Poco se le puede reprochar, en vista de la situación. El debut casi obligado de Juma, central juvenil recién llegado a la cantera blanquivioleta, es otro mensaje directo a los responsables de construir la plantilla. Pezzolano se sitúa esta vez, al menos de puertas hacia fuera, del lado del aficionado porque sabe que públicamente le conviene y porque no hay motivos deportivos para defender el trabajo del club en el mercado. Por otro lado, para sufrir juntos hace falta que todos los actores involucrados demuestren implicación, empezando por el dueño. Si Ronaldo no es capaz de asistir a los partidos y apenas tenemos noticias suyas, será muy complicado sentir que está dispuesto a compartir ese sufrimiento. Nosotros ya sabemos lo que vamos a padecer. Llevamos más de veinte años haciéndolo. No hace falta que nadie nos ponga un cartel de neón en la cara. El aficionado paga su abono, acude a Zorrilla e incluso viaja con el equipo. En un momento como el que vive el Real Valladolid no hay mayor muestra de sufrimiento que esa. Cuando el mensaje pasa a ser un eslogan y se convierte en propaganda corre el riesgo de perder su esencia.
Por último, una reflexión que no tiene nada que ver con lo anterior. Me dan igual las órdenes o las directrices. Si una jugada en la que hay una infracción se deja finalizar y termina con un jugador lesionado, significa que el sistema falla. No es un gol anulado o un penalti no pitado, es la salud de un futbolista. Urge darle una vuelta a todo esto porque el fútbol se está volviendo loco.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.