El peor horario

En cuanto al partido, que nunca se tuvo que haber jugado, por fin Pezzolano se puso serio y cogió el toro por los cuernos. Sabe que la plantilla es corta y muy limitada y que nos vamos irremediablemente a Segunda, así que, para cambiar la dinámica, decidió no hacer absolutamente nada esperando resultados diferentes. Nótese de nuevo la ironía. Enésima demostración de que no llega al nivel mínimo necesario para entrenar en Primera División, aunque no todo es culpa suya. Sirva como ejemplo el saque de esquina al final del partido, con el tiempo cumplido y el portero blanquivioleta subiendo al remate, que a nuestros ingeniosos futbolistas se les ocurrió sacar ¡en corto! Demostración perfecta de que, a nivel técnico y de conocimientos básicos del juego, este equipo no da para más.

Osasuna se encontraba a 123 puntos del Pucela en la clasificación histórica cuando Ronaldo llegó a Valladolid y ahora se ha colocado a sólo 23. Los navarros han recortado 100 puntos jugando únicamente una temporada más en Primera que el Valladolid en este lapso de tiempo. Equipos similares con gestiones muy diferentes. No pasa nada. Javi Sánchez comentó tras el partido que «vamos a cambiar la dinámica». Que lo diga él, con dos descensos a su espalda repitiendo lo mismo, me deja mucho más tranquilo. Que se note la ironía una última vez. Sea por lo que sea, cuando juega el Real Valladolid siempre es el peor horario.