Harto de que se rían del Real Valladolid

Harto de regalar goles. Harto de regalar partidos. Harto de resucitar a equipos muertos. Harto de no aprovechar nunca las oportunidades. Harto de hacer el ridículo. Harto de estrellas estrelladas. Harto de egos. Harto de «piñas», de «todos juntos», de «remar en la misma dirección» y de mensajitos vacíos y edulcorados en redes sociales que provocan sobredosis de azúcar.

Harto del comité arbitral. Harto de su opacidad y falta de transparencia. Harto de su nula autocrítica. Harto de que se nieguen a hablar y dar explicaciones u opiniones. Harto de la sobreprotección. Harto de criterios, normas o directrices que cambian según el equipo implicado. Harto de árbitros profesionales que van de divas con la única intención de montar su propio 'show'. Harto de cobardes y soberbios con complejo de policía frustrado con menos personalidad que un cacahuete. Harto de sufrir la peor época arbitral que se recuerda. Harto de que vivan en una realidad paralela.

Harto de los equipos grandes, su prepotencia y su condescendencia. Harto del que se cree el centro del universo. Harto de los 'valors', las palancas y los Negreiras. Harto de la falsa humildad y repelente modestia. Harto de que impongan su ley y se les trate de manera especial.

 Harto de una competición, manchada, manipulada y adulterada. Harto de decisiones arbitrarias. Harto de la censura, de entrevistas con preguntas precocinadas y de sanciones a protagonistas que dan su opinión. Harto de un producto devaluado y cada vez más insoportable. Harto de pagar por ver un espectáculo del que me roban tiempo descaradamente. Harto de LaLiga y la Federación. Harto de corrupciones, conflictos de intereses y lecciones de ética, moral e integridad de quienes más tendrían que callar.

 Harto de que se rían de mí, de mi gente y de mi equipo. Harto de que todos los mencionados nos falten al respeto. Harto de sentirme indefenso. Harto de la impotencia. Harto de estar harto.