Los jugadores del Pucela celebran un gol en la Copa ante el Real Ávila. Carlos Gil-Roig
Libre Directo

Carta a los Reyes Magos del Real Valladolid

Queridos Reyes Magos: os escribo esta carta sabiendo que lo que pido quizá sea una utopía...

Alberto Cuesta

Sábado, 4 de enero 2025, 17:51

Queridos Reyes Magos: os escribo esta carta sabiendo que lo que pido quizá sea una utopía, pero estamos en una época de esperanza propicia para agarrarse a un clavo ardiendo. Sé que no ha sido mi mejor año, que no me he portado demasiado bien ... y que podría haber hecho mejor las cosas. También sé que no ha sido solo culpa mía. Siempre quiero ser bueno, hacer feliz a la gente y aliviar su sufrimiento, pero me veo inevitablemente manejado como una marioneta, manipulado y utilizado para beneficio de personas que dicen quererme, pero en realidad son ajenos a mí y solo quieren exprimirme. A mis casi cien años no quiero que me colméis de regalos prescindibles o de caprichos innecesarios. Lo que necesito es más importante y complicado y por eso recurro a vosotros.

Publicidad

Quiero que los que visten una camiseta con mi escudo lo respeten. Me duele ver cada vez más jugadores que no entienden o no quieren entender lo que represento para tanta gente. Compromiso, implicación y honradez. Que me hagan sentir orgulloso, aunque salgan del campo derrotados. Quiero que quienes me representan, aunque no entienda cómo han llegado a hacerlo, me traten como lo que soy y no como lo que ellos creen o necesitan que sea. Quiero que nadie más vuelva a utilizar mi nombre para engañar a los que sufren conmigo y que aguantan a mi lado pase lo que pase. Quiero que los estómagos agradecidos sin criterio que solo buscan responsables en la grada, que deciden con una superioridad moral despreciable quién es buen o mal aficionado y cuyo mezquino interés les importa más que yo, abran los ojos, se den cuenta del daño que me hacen y de que también los necesito.

Quiero que el presidente deje de burlarse de mí, de faltarme al respeto y de portarse conmigo como un incompetente arrogante. No le debo nada, como quieren hacerme creer. Necesito que muestre la integridad que tanto le ha faltado estos años y después de todas las mentiras y promesas incumplidas no me venda ahora al peor postor. Si todavía queda alma dentro de él, que permita que mi gente, a la que ha hecho tanto daño, pueda tener la oportunidad de volver a ser feliz a mi lado.

Sé que lo que pido es muy complicado, pero tengo que intentarlo.

Firmado, con cariño, aunque desesperado, Real Valladolid.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad