Ahogados por las bajas defensivas

Los problemas para afrontar el encuentro ante el conjunto armero del próximo sábado empezaron a agravarse el pasado viernes, cuando Joaquín Fernández derribó a Lucas Pérez en el minuto 47. El desenlace habría sido otro si Soto Grado hubiese señalado la falta previa de Luis Pérez, que trató de agarrar al delantero albiazul antes de que Joaquín se tirase con los dos pies por delante para despejar la pelota... e impactara contra el pie izquierdo del atacante rival. Joaquín era uno de los cuatro futbolistas del Real Valladolid apercibidos en este encuentro.

En el minuto 81, con el 1-0 ya en el marcador y el Real Valladolid roto, el colegiado vio amarilla en un empujón de Fede San Emeterio sobre Córdoba en una decisión rigurosa que el propio mediocentro recibió con incredulidad. A la jugada llegó en segunda instancia Bruno González, que soltó la bota sin llegar a impactar con el extremo rival. Bruno ya contaba con una amarilla que había recibido en la primera parte tras un pisotón a Edgar Méndez. El colegiado castigó a San Emeterio, que tampoco podrá jugar la próxima jornada en Eibar.

Y, para acabar con la sangría de Mendizorroza, Soto Grado mostró otra tarjeta a Rubén Alcaraz –que había salido en la segunda parte– por un una falta sobre Joselu junto a la zona de banquillos. El colegiado lo consignó en el acta como un derribo «de forma temeraria», aunque observando con detenimiento la acción se consta que no pasó de una falta común, con un leve empujón del mediocentro blanquivioleta. Alcaraz tampoco podrá jugar el próximo sábado en Ipurua al cumplir ciclo de amonestaciones. Solo el debutante Lucas Olaza, que vio cuatro amarillas con el Celta antes de su llegada al Real Valladolid, se libró de la sanción en Mendizorroza.

Las tres bajas crean nuevos quebraderos de cabeza a Sergio González. La sanción de Joaquín Fernández deja a Bruno González como único central disponible. Jawad El Yamiq aún se encuentra en la enfermería tras una lesión muscular que se produjo cuando se reincorporó a los entrenamientos tras superar la covid-19. Los médicos estimaron un plazo entre dos y tres semanas que, como muy pronto, se cumplirá el próximo domingo.

Javi Sánchez también engrosa el capítulo de bajas por lesión. El central sufrió un esguince de grado III en el tobillo derecho durante el choque de Copa ante la Peña Deportiva(16 de enero) y los médicos estimaron que necesitaría un mes para recuperarse plenamente, así que solo si se acortan los plazos podría comenzar a ejercitarse durante esta semana. Kiko Olivas, lesionado de larga duración, continúa con su prolongada convalecencia.

Además de causar estragos en el centro del campo, las sanciones de los mediocentros defensivos Rubén Alcaraz y Fede San Emeterio privan a Sergio de dos posibilidades para retocar la zaga. De hecho, Alcaraz fue reconvertido como central en el encuentro ante el Elche en Zorrilla, en el que acompañó a Joaquín Fernández. En Copa ante el Levante, fue el lateral Luis Pérez el que ocupó esta demarcación en el eje de la defensa, una opción que se abre para el encuentro ante el Eibar, lo que devolvería a Pablo Hervías al flanco derecho de la defensa.

Sergio González se verá obligado de nuevo a recurrir a la plantilla del filial para efectuar la convocatoria. El central Miguel Rubio trabajó con el primer equipo en la sesión del sábado y ayer no estuvo convocado con el Promesas– que jugó con Palomeque y Lucas Freitas como pareja de centrales– por lo que también entra en el abanico de opciones.