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Pese a que han pasado 48 horas después de que el Real Valladolid sucumbiera ante la Real Sociedad B, en el ánimo quedan restos de desilusión y decepción. No va a ser fácil borrar de la mente la dolorosa derrota que descuelga a los blanquivioletas ... de la lucha por el ascenso directo y ya no dependen de sí mismos. La alegría y esperanza se han marchitado y solo queda apelar a la fortuna para que Eibar y Almería tropiecen en sus partidos.
El ánimo de uno de los hombres de la temporada, Álvaro Aguado, es diferente. El mediocentro no ha perdido la esperanza y desde el micrófono traslada el mensaje que sale desde el vestuario. Después del batacazo ante el filial donostiarra el equipo estuvo «fastidiado por cómo se dio el partido y el resultado final», pero pasado el riguroso luto se encuentran con «la cabeza limpia y mentalizados para ganar al Eibar».
La derrota ante el Sanse se dio en el momento más inoportuno. Sin margen de error cuando solo restan cuatro jornadas para la conclusión liguera, un patinazo supone un mal mayor, provocando ciertas dudas en el tramo decisivo. «Cuando no llegan las victorias se generan dudas dentro del vestuario, pero nosotros no tenemos ninguna duda. Estamos haciendo muchas cosas bien durante toda la temporada, dudas tendríamos si disputáramos dos o tres partidos jugando como lo hicimos en Miranda de Ebro. Como suele jugar ese equipo, no tengo ninguna duda que vamos a estar peleando hasta el final y lo vamos a conseguir».
El jienense no se resigna a disputar un hipotético 'play off', aunque sabe que aún quedan cuatro partidos en los que puede pasar cualquier cosa. Considera injusto algunos resultados que han penalizado al Real Valladolid, pero con su inagotable fortaleza, aboga por seguir remando, aunque sea en aguas bravas. «Con el equipo que tenemos y las cosas que hacemos día a día para estar en la parta alta, a pesar de que no tenemos el fruto que merecemos, vamos a seguir peleando hasta el último punto que podamos pelear para ascender directos», comentó.
Los últimos minutos ante el filial donostiarra dejaron en evidencia la falta de energía de un Real Valladolid que parece que, con el goteo de las jornadas, llega a los tramos finales con la gasolina justa. El centrocampista no pudo desplegarse tanto en ataque y sí tuvo que hacerlo en defensa, más pendiente en recuperar balones y cerrar espacios. Para Aguado, el equipo se encuentra en «un punto de la temporada» en la que se encuentran «bien físicamente». «Sí es verdad que en el tramo final estábamos algo cansados por las circunstancias que se dan durante el partido. Necesitábamos la presencia de El Yamiq y Josema en ataque en las acciones a balón parado y centros laterales. Nos tocó correr para atrás», agregó, a lo que añadió que: «Si en la primera parte hubiéramos metido una de la tantas ocasiones que tuvimos no estaríamos hablando de esto».
Pacheta repitió la fórmula de los tres mediocentros. El dibujo utilizado por el técnico es objeto de discusión al considerarse que al Real Valladolid quizás le viene mejor el tradicional 4-4-2 con dos volantes en el medio del campo y un delantero acompañando a Weissman. «Nos está costando algo más porque no es algo que venimos trabajando desde pretemporada como si lo hicimos con el 4-4-2. Con el equipo que tenemos, con jugadores tan buenos, nos podemos amoldar lo suficientemente bien para sacar el máximo rendimiento a la plantilla», reconoció.
El domingo a las 16:00 horas al Real Valladolid le espera una final ante el Eibar. «Aunque hubiésemos ganado a la Real Sociedad B hubiésemos tenido que ir a ganar sí o sí el domingo. La perspectiva del partido cambia por las circunstancias y no por el resultado», valoró el jienense que espera con ansia el partido. «Los futbolistas se preparan para partidos como estos, son los que nos gustan jugar con nuestra afición y también con la aficion del equipo local. Es una presión para nosotros, pero nos sirve de aliciente para conseguir los tres puntos».
Las esperanzas del Real Valladolid pasan por ganar en Ipurua, un estadio en el que solo ha conseguido ganar la Ponferradina al inicio de la competición. El Eibar es el mejor local de la categoría y en su feudo ha sumado 44 puntos de los 74 que tiene. Aguado alerta de las armas de su próximo rival. «El Eibar juega muy bien y hace las cosas bien en las dos áreas tanto en defensa como en ataque y están arriba por méritos propios», expresó, antes de apelar al sentimiento colectivo. «Si nos ponemos a mirar como juega cada equipo, nadie se acerca a las cosas tan bien que hacemos nosotros durante los noventa minutos. Sabemos que lo que importa es el resultado, pero no estamos teniendo el premio que nos merecemos».
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