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Cerca de 300 minutos ha durado la sequía del real Valladolid. Aguado ha sido el jugador encargado de romper los tres partidos en los que la pelota ni se acercó al marco rival.
El jienense aprovechó muy bien un magnífico pase de Weissman y, ayudado ... en parte por lo mal que midió le defensa, supo poner el balón cruzado lejos del alcance de Dani Jiménez.
Un gol importante porque, además, pareció liberar la ansiedad del Pucela. Irreal. A la primera que tuvo el Alcorcón, un balón al palo de Bellvís tras una concatenación de errores de la defensa local, el equipo entró en un tembleque emocional incomprensible cuya consecuencia fue que se perdió la iniciativa.
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