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Álvaro Rubio asumió el reto de tomar las riendas de un Real Valladolid Promesas que hacía aguas. Tras la salida de Julio Baptista, con el riojano a los mandos del timón, el filial blanquivioleta ha salido del agujero en que se encontraba, sumando nada ... menos que 12 de los 18 puntos que el equipo ha disputado desde entonces. Su deseo, que algunos de sus pupilos puedan hacerse un hueco en la primera plantilla del Pucela.
–Nada menos que 12 puntos de 18 disputados desde que llegó al banquillo del filial.
–En ese sentido estamos contentos, pero quizá más por la manera en la que ha sido el proceso. Queríamos ir poco a poco introduciendo nuestras ideas y la verdad que lo han cogido bastante rápido. Se están dando bien en los partidos y la verdad es que estamos muy contentos por ello.
–Las victorias, como las derrotas, han sido por la mínima.
–Estamos en un categoría complicada, contra equipos que cuentan con mucha experiencia y que muchas veces saben cerrar bien los resultados. La mayoría de los marcadores son así, con una diferencia de un gol o dos como mucho.
–¿Cómo se pasa de estar bajo el paraguas de un primer técnico a llevar el timón de un equipo?
–Es una decisión que he tomado en este momento. Son circunstancias que me han venido así. Tampoco lo tenía pensado que fuese ya, pero me ha llegado en este momento. Me lo pidió el club y yo me debo a él. Lo asumo con mucha ilusión y muchas ganas de poder ayudar y echar una mano.
–En los seis años que ha estado como técnico ayudante ha adquirido kilómetros de experiencia.
–Así es. Llevo seis años en el otro lado, aunque antes también se coge experiencia desde otro punto de vista. He tenido la suerte de compartir banquillo con varios entrenadores y siempre vas aprendiendo de ellos. Te vas fijando mucho en lo que hacen y cómo lo hacen, e intentas coger lo que más te gusta. En ese sentido estoy muy agradecido, ya que he contado con muy buenos maestros aquí más los que he tenido también como jugador.
–La categoría en la que milita el Promesas, lo decía antes, resulta complicada.
–Es difícil porque se caracteriza por ser muy competitiva. Da igual al campo que vayas o el puesto en la clasificación en la que se encuentre el equipo. Visitas campos muy complicados y te enfrentas a circunstancias como jugar en un campo de hierba artificial o en uno que está embarrado. Son diferentes escenarios en los que te tienes que adaptar rápido. En ese sentido, hay equipos muy competitivos y normalmente con mucha más experiencia que nosotros.
–¿El equipo pasará apuros en esta campaña o no?
–No pensamos en eso. Sí lo hacemos en el día a día e ir creciendo, en que hagamos la cosas cada vez mejor y darles las herramientas a los jugadores para que tengan la seguridad de que pueden hacer las cosas bien. Si a partir de ahí vienen los resultados, fenomenal, ya que a todos nos gusta competir y ganar. Aunque el objetivo prioritario es otro, por supuesto que queremos ganar.
–Marchan décimos con 22 puntos.
–Queda una vuelta entera más el partido del domingo y vamos poco a poco. El objetivo es seguir creciendo, hacer las cosas cada vez mejor y ser más competitivos.
–¿Quién es el entrenador que más le ha marcado en su carrera?
–Hay varios. De cada uno coges muchas cosas. Quizá el que más me ha marcado, lo he dicho siempre, haya sido uno que tuve en mi etapa como juvenil. Fue mi técnico durante tres años, lo que fue una suerte. Me enseño muchas cosas en mi periodo de formación. Con el tiempo te vas dando cuenta que enseñó muchas cosas que ese momento tú no te dabas cuenta y que a ti quizá te parecían mal. Eso te da una lección de vida y te hace ver que la formación es un periodo en el que intentas hacer lo mejor por el chico. A veces con las decisiones que toma no lo va a hacer bien, pero a la larga va a ser mejor para él. En ese sentido me marcó mucho Carlos Rojo.
–Los continuos 'préstamos' al primer equipo han complicado la primera vuelta.
–Tenemos que aceptarlo así. En un filial suceden estas cosas y ojalá sigan pasando, pues eso quiere decir que el primer equipo se fija en los jugadores del Promesas. Es nuestro objetivo primordial. Ojalá nos quitasen todos los días, ya que significaría que estamos haciendo las cosas bien y que contamos con jugadores que son válidos para ellos. Para mí y mi staff es el objetivo principal.
–Lógicamente el filial está diseñado para surtir de jugadores a primer equipo.
–Ese el objetivo. A partir de ahí, somos nosotros los que nos debemos adaptar. Luego están los jugadores que vienen de abajo, del Juvenil, y con los que estoy encantadísimo, pues tienen un nivel altísimo. Lo comentamos entre nosotros que es un pena que solo podamos poner a tres, porque estoy muy satisfecho con su trabajo.
–Son jugadores jóvenes. Lo lógico es que con el paso de las jornadas vayan a más.
–Está claro que van adquiriendo experiencia. También es normal que van a tener fallos, pero ahí está el aprendizaje. Poco a poco intentaremos que eso pase lo menos posible y que poco a poco vayan mejorando individualmente y como equipo.
–Acaba la primera vuelta este domingo en casa frente al Guijuelo. Si vence a los salmantinos, le pasan en la tabla.
–No nos fijamos en eso. Solo queremos competir bien y ganar el partido. No sabía ni que estamos décimos. No pongo ahora la atención en esas cosas. Quiero ir paso a paso. Sé que si el equipo va mejorando, seguramente escalaremos en la clasificación.
–El mayor orgullo sería que alguno de estos jugadores lograse dar el salto al primer equipo.
–Para todos los que estamos trabajando con el Promesas es lo queremos. Como dices, sería un orgullo ver a un jugador debutando con el primer equipo y que ya no vuelva con nosotros porque sea útil, que progrese y llegue a lo más alto, a ser profesional.
–¿En algún momento aún siente ganas de saltar al campo con sus futbolistas?
–Ha pasado tiempo, pero todavía me gusta meterme en algún ejercicio. Antes, con el primer equipo, posiblemente lo hacía más. Ahora, al ser el primer entrenador, no quiero arriesgar mucho y que algún jugador vaya a por mí (risas). De vez en cuando me gusta meterme.
–Lo que está claro es que esta temporada al frente del banquillo del Promesas va a ser un auténtico máster para Álvaro Rubio.
–Supone la responsabilidad de llevar al equipo, que es un grupo de gente que está trabajando contigo. Supone un compromiso máximo tener que conducir esto. Con su actitud, los chicos hacen mi trabajo mucho más fácil. Cambia de estar en el primer equipo, con una responsabilidad más pequeña, a la que tengo ahora.
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