Los abonados del Real Valladolid no se cansan de batir récords

El Real Valladolid se ha enfrentado este verano a nuevos desafíos a la hora de gestionar su gran capacidad de arrastre ya que nunca antes había tenido que establecer una lista de espera ni se había encontrado con una situación en la que hubiera más demanda de abonos entre los aficionados que oferta de asientos en las gradas. Más de 7.000 personas se apuntaron en una lista de espera, con un aluvión de solicitudes en las primeras horas, pero sólo los 2.759 primeros recibieron un código para tramitar la solicitud al entrar dentro del cupo disponible. Por eso, el club quiere ahora determinar bien si han existido problemas a la hora de formalizar las altas antes de comunicar oficialmente su nuevo récord.

Estas 2.759 nuevas incorporaciones se sumarán a los 21.141 abonados del año pasado en Segunda que renovaron su carné en el plazo estipulado, un 96,5% sobre un total de 22.001. La cifra supuso otra plusmarca del Real Valladolid, ya que el número más alto de abonados en la categoría de plata databa del curso 2021-2022, con 18.017 carnés. Esa fue la penúltima muestra del 'boom' que ha experimentado el respaldo de la afición blanquivioleta en los últimos años.

Desde la llegada de Ronaldo Nazário y su equipo de gestión a la presidencia en septiembre de 2018, el Real Valladolid ha vivido un crecimiento continuado en el número de abonados, con récord contantes. Esa campaña inicial, el club blanquivioleta batió su mejor registro histórico de carnés, con un total de 20.060 en Primera División, una cifra muy superior al récord anterior, que databa de la campaña 2009-2010 con 18.887 carnés. La afición pucelana tenía ganas de fútbol en la élite tras cuatro años en Segunda División y se sumó en masa, para superar ampliamente una barrera que no había pasado de los 12.000 abonos entre los cursos 2015-2016 y 2017-2018.

La tendencia multplicadora del ascenso ya se había observado anteriormente, pero no a esos niveles. Tras la vuelta a Primera de la mano de Miroslav Djukic en 2012, el Real Valladolid pasó de 11.166 abonados del curso anterior en Segunda a 16.738 en la élite (temporada 2012-2013).

Lo llamativo de los últimos años pasa por la capacidad de incorporar cada vez más fieles a Zorrilla. En las últimas seis campañas, el club ha mostrado sus mejores marcas en Primera o Segunda. Los 20.060 abonados de la temporada 2018-2019 crecieron hasta los 22.240 del curso 2019-2020, en su momento otro récord del Pucela en la élite. La cifra se mantuvo al curso siguiente (todos los carnés quedaron renovados automáticamente en plena pandemia de covid-19). El descenso a Segunda de 2021 no supuso un gran desplome en el apoyo de la grada, como había sucedido en el pasado. Las ganas de volver a sentir el fútbol en vivo tras las restricciones de la pandemia y la tendencia al alza del sentimiento blanquivioleta llevaron al club a alcanzar el hito de los 18.017 abonados en Segunda (2021-2022), muy por encima del récord anterior en la categoría de plata (12.723 en el curso 2014-2015).

De vuelta a Primera, el récord quedó fijado en 23.313 (2022-2023) y el desencanto de un nuevo descenso a Segunda tuvo un impacto mínimo en la cifra de abonos, que sólo cayó hasta los 22.001 de este último curso (2023-2024), otra cifra para marcar un récord impensable años atrás para un Pucela que no militase en la élite.

El límite de 24.000 abonos fijado por LaLiga sobre un aforo total de 27.618 espectadores en el José Zorrilla supondrá la llegada al tope de carnés este curso. El estadio ya se queda pequeño ante tanta fiebre blanquivioleta en la gradas. Ylos abonados del Pucela no se cansan de batir récords.