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Javi Sánchez se tapa la cara con la camiseta ante un desolado Karl Hein tras uno de los goles encajados por el Real Valladolid ante el Girona Carlos Gil-Roig

23-1, 54-3, 720-298... Máxima debilidad estadística en el Real Valladolid

El equipo de Cocca sucumbió en múltiples apartados en Montilivi ante el Girona, con diferencias numéricas abismales

Arturo Posada

Valladolid

Sábado, 21 de diciembre 2024, 21:34

El Real Valladolid ofreció en el estreno de Diego Cocca su versión más menesterosa en términos estadísticos de toda la temporada. El conjunto blanquivioleta sucumbió ante el Girona en Montilivi con datos numéricos que muestran crudamente una implosión futbolística en toda regla. La idea de ... protegerse atrás con una línea de cinco, inmóvil por momentos, resultó fallida de principio a fin.

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El Girona sometió al Real Valladolid a una tortura constante, con diferencias abismales en múltiples apartados. Para empezar, se pueden contabilizar los 23 disparos totales que intentó el conjunto catalán y confrontarlos con el único tiro del Pucela, obra de Mario Martín en el minuto 67 para la única parada de Paulo Gazzaniga en todo el choque. Los locales percutieron desde el primer momento, con un lanzamiento de Donny van de Beek ya en el minuto 1 que se marchó alto. Si desglosamos este apartado ofensivo, observamos que el Girona ejecutó la friolera de 16 tiros dentro del área en esos 23 intentos. Por el contrario, el (buen) disparo de Mario Martín se produjo fuera del área de Gazzaniga. El conjunto de Míchel Sánchez dispuso de siete lanzamientos entre los tres palos de Karl Hein, de los cuales tres acabaron en goles y otros cuatro fueron abortados por el portero blanquivioleta.

El Girona superó a Osasuna como el equipo que más veces ha acaparado este curso la pelota en el área del Real Valladolid. Los pamploneses alcanzaron el medio centenar de toques ante el equipo entrenado entonces por Paulo Pezzolano, en un partido en el que el Pucela se quedó únicamente en cinco. Esa brecha tremendísima se amplió en Montilivi: el Girona se hinchó de balón en la 'caja' de Hein, con 54 toques, por sólo tres del Pucela, una cifra aún más ridícula. De esos tres toques del Real Valladolid, dos llegaron en las botas de David Torres (reconvertido en carrilero izquierdo) y otro fue obra de Anuar Mohamed, todos en la segunda parte. El contacto con la pelota más cercano de Marcos André, el delantero centro titular, se produjo a más de 27 metros de la portería de Paulo Gazzaniga.

«Nos ha costado mucho llegar a portería rival. Vamos a trabajar para mejorar en la fase ofensiva», constató Lucas Rosa al finalizar el partido, en declaraciones recogidas por la web oficial del Real Valladolid. El lateral brasileño (que en Montilivi jugó por su costado natural de la banda derecha) pidió «autocrítica» y añadió: «Sabíamos que iba a tener el balón y que íbamos a sufrir. No salió la táctica que preparamos para el partido».

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El Girona acaparó finalmente el 71% de la posesión de la pelota, por el 29% del Real Valladolid. El cuadro de Míchel tocó y tocó la redonda por todas las zonas del campo y alcanzó los 720 pases, un guarismo superior a los que lograron Real Madrid y FC Barcelona al inicio del campeonato ante el Pucela. El conjunto de Diego Cocca se quedó en unos pobres 298 pases.

Pases en el tercio final

Las diferencias resultan aún más sangrantes si nos centramos únicamente en los envíos en el último tercio del campo, con el porcentaje de pases completados en la zona más vigilada por el rival. El Girona tuvo éxito en el 87% de sus intentos en este apartado (240 de 277) y el Real Valladolid se quedó en un discreto 49%, con una muestra muchísimo más reducida (24 de 49).

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También es significativo que, con tanta superioridad, el Girona se emplease con más intensidad a la hora de cortar el juego rival. El equipo gerundense cometió un total de 13 faltas con todo el viento del partido a favor, mientras que el Real Valladolid sólo opuso siete infracciones. En este lance del juego, el cuadro de Míchel Sánchez recibió tres amarillas y el Pucela, la única amonestación de Iván Sánchez por la falta al borde del área a Bryan Gil que costó el primer gol local.

Los centros al área

El Real Valladolid no fue capaz de centrar al área de Gazzaniga en condiciones. De hecho, sólo colocó nueve envíos sobre la portería rival, de los que ninguno encontró rematador. En cambio, el Girona marcó igualmente las diferencias en este aspecto, con un total de 27 centros sobre el territorio de Karl Hein, de los cuales seis encontraron destinatario y uno de ellos acabó en gol (en el 2-0: envío de Miguel Gutiérrez y cabezazo de Abel Ruiz libre de marca).

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Gazzaniga vivió una tarde placidísima, a excepción del reseñado lanzamiento de Mario Martín, en una acción originada con una internada de David Torres en el área. El portero argentino sólo tuvo que sacar de puerta tras ese disparo solitario. Karl Hein, por su parte, ejecutó nueve saques de portería.

El Real Valladolid sí se impuso claramente en el apartado estadístico de duelos aéreos ganados, gracias a la pugna de Marcos André. El delantero ganó hasta nueve disputas por alto de las 13 totales que logró el Pucela, más que todo el Girona junto (siete). Sin embargo, este dato aislado no impidió al conjunto de Diego Cocca mostrar en Montilivi una debilidad estadística máxima: los rojiblancos fueron superiores también en el apartado de recuperaciones de balón (46 por 39), en otro ejemplo más de la negligencia blanquivioleta.

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