«El mediador nos permite tener una oferta individualizada y artesanal de nuestros seguros»

En la actualidad, existe una tendencia hacia la digitalización y la centralización que, a veces, cuando se trata de contratar servicios, puede provocar el recelo del potencial cliente, que desea un trato más tradicional, cercano al cara a cara. No es Reale Seguros una de esas empresas; al contrario. Va, de algún modo, contra la natura actual, dado que apuesta de tal manera por el territorio que sigue apostando por mantener sucursales y agencias. En concreto, en Castilla y León trabaja a lo largo y ancho de la geografía en seis sucursales y 36 agencias Reale, además de hacerlo a través de la figura del mediador, que representan 347 profesionales.

Fernando Carpintero, su director territorial, considera el camino inverso respecto al que recorren otras empresas de servicios «una marca diferencial» de Reale Seguros, que realza la labor que realiza en nuestra comunidad. «Tenemos muy claro que queremos ofrecer a los clientes el mejor de los servicios y la mejor oferta posible, y eso, para nosotros, solo se puede hacer mediante la cercanía y la presencia en el territorio. Y en Castilla y León creemos que es una labor que se está reconociendo», confiesa. No en vano, en la región, más de 190.000 personas tienen un seguro de Reale, cifra que se traduce en el 8,3% de la población total. En esta misma línea según ICEA, servicio de estadísticas y estudios del sector en España, Reale Seguros es la tercera compañía en la que más confían los castellanos y leoneses para asegurar su coche. Asimismo, en nuestra comunidad, en total, la facturación en primas de Reale Seguros es de 84,6 millones de euros.

El problema de la dispersión que existe en nuestra geografía, donde la densidad poblacional podría complicar la labor de la compañía, está resuelto a través de una figura importante como es la del mediador. «Estamos en todas las capitales de provincia, excepto en Ávila, Segovia y Soria, con sucursales que prestan todos los servicios aseguradores, además de con las 37 agencias en todas las poblaciones representativas, a las que la gente puede acudir para resolver cualquier duda. En total, contamos con 59 empleados. Eso da una cercanía muy grande, que refuerzan los casi 350 mediadores de seguros, que pueden prestar ese servicio», destaca Fernando Carpintero, que realza la relevancia de dicha figura.

«En una comunidad tan grande, la mayor de toda Europa, es importante que existan referentes para estas gestiones, que están relacionadas con la protección del territorio. Consideramos que la figura del mediador es un valor diferencial», desarrolla el director territorial, que si bien define a Reale Seguros como una compañía onmicanal, lo tiene claro: «Somos coherentes con nuestra estrategia, que es la de estar en el territorio, sabiendo, además, que los patrones de consumo en las ciudades son diferentes a los que hay en otros municipios de menor tamaño y que esa cercanía la mantenemos con la capilaridad que nos otorgan los mediadores».

Estos mediadores son personas independientes de la estructura empresarial, aunque trabajan estrechamente con los profesionales de Reale Seguros. Dentro de la cadena de valor del mercado de las aseguradoras, son «figuras que los clientes ven bien porque les aporta un servicio excelente de asesoría por el conocimiento que tienen de sus necesidades», reflexiona Carpintero. Para la compañía, asimismo, son «fundamentales», porque son quienes distribuyen sus productos, prestan servicio al asegurado y asesoran a los clientes a la hora de ejecutar sus contratos y de realizar sus gestiones más habituales. «En lugar de la aplicación móvil, que también tenemos, y con la que también pueden interactuar con nosotros, tenemos a una persona en el terreno, que presta un apoyo importante a los asegurados en todas las circunstancias que rodean al seguro. No hay que olvidar que los seguros responden mucho a cuestiones de confianza. Y sentimos que de esta manera los clientes están más cómodos», pondera.

En esta dirección de apoyar al terruño y a sus vecinos de Castilla y León, Reale Seguros cuenta con una línea especial de trabajo en el medio rural, que se relaciona con cualquier actividad propia de la industria agroalimentaria. «Es un negocio que nos gusta, del que sabemos y que ha sido el germen para nuestro desarrollo en la comunidad. El modo de vida de nuestro campo sigue siendo, en buena medida, mediante este tipo de explotaciones, y eso nos lleva a estar presentes en toda la cadena de valor, asegurando tanto pequeña maquinaria, como la de mayor tamaño, manufacturas de productos, explotaciones agrícolas y ganaderas...», enumera Carpintero, que destaca que los profesionales y asociados a la compañía están en continua adaptación a las particularidades que van surgiendo y que se relacionan con la industria agroalimentaria, a fin de hacer «una oferta individualizada y súper personal». «La figura del mediador, en este sentido, muchas veces nos ayuda a conocer de primera mano esas necesidades, nos permite llegar a desarrollar esa oferta personalizada y casi artesanal de nuestros seguros», expone el directivo.

Parte de la estrategia de Reale Seguros en Castilla y León guarda relación con la Responsabilidad Social Corporativa, que se desarrolla con la convicción de que deben redistribuir parte de sus beneficios en el ecosistema en el que se encuentran. Así, por ejemplo, en los últimos años han apoyado iniciativas relacionadas con el deporte, con la protección del patrimonio y la cultura o con una zona en la que se produjo una catástrofe natural como fueron los incendios de la Sierra de la Culebra (Zamora).

De igual forma, la compañía ha desarrollado programas de conciliación, entre otros, con el fin de retener el talento en una comunidad que tanto padece su pérdida, y dispone de herramientas como el centro de prestaciones o un centro técnico en Valladolid, servicios, igualmente, orientados a la cercanía y a la personalización de la oferta que lleva a cabo en la región.

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