El director del Instituto BBVA de Pensiones, Luis Vadillo, explica en esta entrevista las propuestas del banco para facilitar a las personas las mejores soluciones de cara a decidir cómo afrontar un periodo tan esencial como la jubilación y qué ofrece BBVA para llevar a buen puerto las situaciones particulares de cada uno de sus clientes.
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–Una reciente encuesta de BBVA revela que siete de cada diez nacidos entre 1957 y 1977 creen que su generación afrontará una peor jubilación que sus antecesores. ¿Está justificado ese pesimismo?
–Se trata de la generación más numerosa de la historia y afrontar su jubilación es realmente un hito muy importante para el sistema de pensiones. El sistema público de pensiones español es un sistema de reparto, por el que las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las pensiones de los jubilados en cada momento y, por tanto, su equilibrio depende mucho de la estructura demográfica. En los próximos años viviremos la jubilación de una generación muy numerosa, la del baby boom (nacidos entre 1957 y 1977), con carreras laborales largas con sueldos relativamente elevados, con mayor proporción de mujeres que han cotizado y que, además, es una generación que va a vivir más años que las anteriores, es decir que cobrarán pensión durante más tiempo. Todo esto hace que los baby boomers alberguen este temor. La situación de esta generación tan voluminosa hace imprescindible que se adopten medidas para paliar los efectos sobre su jubilación. Por ello, no solo es necesario reformar el sistema de pensiones, también promover el ahorro privado.
–A la mayoría les gustaría jubilarse antes de la edad legal. ¿Es una quimera, teniendo en cuenta que quienes deberán pagar sus pensiones son muchos menos y con cotizaciones muy inferiores?
–Todo el mundo se puede jubilar antes, pero tiene que asumir que su pensión será menor. Además, la edad de jubilación es cada vez mayor, por lo tanto, hay que asumir que se trabajarán más años que hasta ahora y que son necesarias más reformas para que los cambios necesarios sean graduales y evitar pérdidas abultadas del poder adquisitivo de las pensiones, concentradas en muy corto espacio de tiempo.
–El sondeo de BBVA también revela que la inmensa mayoría de los encuestados tienen la convicción errónea de que los pensionistas actuales reciben menos de lo que cotizaron. ¿Qué está fallando para que triunfen esas falsas creencias?
–Existe falta de información entre los ciudadanos en materia de pensiones. El sistema español es muy generoso. Se trata de un sistema de reparto en el que las nuevas pensiones reciben de media entre 1,51 y 1,74 euros de prestación por cada euro de cotización. Reciben más pensión de lo que han cotizado y obedece en parte al aumento de la esperanza de vida, que genera un desequilibrio en el sistema. Una carrera laboral de 40 años financia menos de 12 años de pensión, por lo que toda pensión recibida a partir de esos años supone un exceso de prestación sobre lo cotizado durante la etapa en activo. Tengamos en cuenta que la esperanza de vida a partir de los 65 años se sitúa en 20,42 años.
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–Como experto, ¿comparte la propuesta de reforma que ha lanzado el Gobierno para garantizar la sostenibilidad de las pensiones?
–Se están dando pasos, pero son necesarias más medidas. Es necesario asegurar los principios de solidaridad intergeneracional e intrageneracional, suficiencia, responsabilidad pública y privada, contributividad y sostenibilidad del primer pilar (sistema de reparto) a largo plazo, o introducir mecanismos de ajuste automático, que garanticen el equilibrio del sistema ante cualquier escenario de evolución demográfica o económica en el futuro. El cambio demográfico y en el mercado de trabajo hacen necesaria una reforma del actual sistema de pensiones para que pueda seguir siendo un sistema que ampare a todos los trabajadores en el momento de su jubilación. Esta reforma debería ser estructural, dado que los cambios son también estructurales, y no de determinados parámetros, como parece que se está realizando. El nuevo mecanismo no soluciona el necesario equilibrio entre la sostenibilidad, la suficiencia y la equidad del sistema, y reduce su contributividad, cargando la mayor parte del gasto sobre las generaciones más jóvenes, que probablemente tendrán que soportar tasas de prestación (pensión media sobre salario medio) más bajas y un mayor endeudamiento. Además, al demorar el ajuste a 2032, nos aleja de lo que llevan haciendo desde hace años una larga lista de países europeos mediante mecanismos de ajuste automáticos, factores de sostenibilidad o retraso de la edad de jubilación ligados a la esperanza de vida. La reforma debería tener como objetivo reducir el gasto del sistema en las nuevas pensiones, teniendo en cuenta que el aumento de los nuevos pensionistas será muy superior al de nuevos cotizantes a la Seguridad Social. Esta corrección no implica necesariamente menores pensiones iniciales, si las personas que se jubilan retrasan proporcionalmente su edad de jubilación en función de este mecanismo.
–El Gobierno ha desincentivado los planes de pensiones privados individuales. ¿Esta medida agravará la situación futura de los 'baby boomers'?
–El ahorro para la jubilación a través de los planes de pensiones individuales es la preferida entre los ciudadanos castellanos y leoneses (y el resto de españoles) y, particularmente para los autónomos. La desincentivación de estos vehículos en favor de los planes de empresa constituye un paso en la dirección contraria del criterio de neutralidad fiscal y regulatoria al que entendemos que deberíamos ir, por el cual a cualquier persona le debería resultar indiferente realizar una aportación voluntaria adicional de un euro al fondo de pensiones empresa o a su fondo particular. Vemos favorable –y necesario– el desarrollo de los planes de pensiones de empresa en nuestro país, pero no a costa de los planes individuales, ya que entendemos que son complementarios y no sustitutivos, y ambos son pilares básicos junto con la seguridad social de nuestro valioso estado del bienestar, que hay que preservar y mejorar.
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–Esos planes han perdido cerca de 35.000 ahorradores en los últimos tres años en Castilla y León. ¿Qué alternativas existen a la hora de complementar la jubilación?
–Tradicionalmente se ha vinculado el ahorro para el momento de la jubilación con los planes de pensiones, que son vehículos especialmente diseñados para la jubilación, pero entendemos que el foco debe ir más allá del producto o vehículo concreto y centrarse en la importancia –y necesidad para la mayoría– de ahorrar. A partir de 2021, esto cobra todavía más relevancia, ya que con las modificaciones en el ámbito de las aportaciones individuales a planes de pensiones, estos vehículos ven limitada muy sensiblemente la cantidad de aportación y, en la misma línea, su atractivo fiscal, lo que puede desincentivar el ahorro previsional. Para todas las personas que deseen complementar su aportación a planes de pensiones más allá de los 2.000 euros de límite anual (1.500 euros a partir del año que viene, según el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado), existen alternativas como los fondos de inversión o las carteras de gestión discrecional. Los fondos son una alternativa muy interesante, por sus similitudes con los planes de pensiones ya que proporcionan además al inversor la posibilidad de seleccionar la misma estrategia en ambos productos. Además presentan algunas diferencias, como la liquidez, que puede ser un aliciente para ciertos ahorradores. Igualmente desde BBVA apostamos por las carteras de gestión discrecional que permiten al cliente delegar las decisiones de inversión en un vehículo que aporta diversificación y la flexibilidad de la gestión activa.
–¿Cuál es la edad más recomendable para comenzar a pensar en la jubilación?
–Es recomendable desde edades tempranas. Nuestra vida laboral es muy larga si comenzamos a trabajar temprano y es recomendable ahorrar desde el comienzo, siempre que nuestra capacidad económica nos lo permita, así como de manera continua, mes a mes, ya que nos resultará más fácil.
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–¿Qué se puede hacer para tener una buena salud financiera?
–Lo más importante, tener el hábito de ahorrar y planificar. Es fundamental que lo tengamos presente, ya que nos va a permitir gestionar desde nuestro día a día, hasta ahorrar para hacer frente a imprevistos, planes de futuro y nuestra jubilación.
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