«La formación es la clave para poner en valor un sector que es parte del ADN de Castilla y León»

Cuando el Máster en Dirección y Gestión de Empresas de la Escuela de Negocios de la Cámara de Valladolid cumple su mayoría de edad, Enrique Valero, CEO de Abadía Retuerta, asume la dirección académica de un máster «clave» en un sector, el vitivinícola, que mueve más de 1.000 millones de euros en Castilla y León; con 750 bodegas, pertenecientes a 16 denominaciones de Origen –incluidas las tres últimas aprobadas, una de ellas Abadía Retuerta–, y que genera más de 19.000 puestos de trabajo directos. «España es uno de los mayores productores vinícolas y el viñedo más grande del mundo, y estamos dentro de un sector que se ha profesionalizado mucho y se ha abierto al exterior en los últimos 40 años. Y para conseguirlo, la formación es fundamental».

–¿Por qué es tan importante formarse en un sector como el vitivinícola?

–Durante mi extensa carrera, siempre he apostado por la formación porque aporta dos cosas fundamentales: la primera, la seguridad para competir en igualdad de condiciones con profesionales de otros países, y ahí tenemos que hablar no solo de la viña, sino de cómo se comercializa, cómo se digitaliza una compañía, de cómo se gestiona el capital humano, de cómo entra en juego la sostenibilidad, de cómo el e-commerce ya es una realidad...; y la segunda, la pasión para gestionar de forma sostenible, económicamente hablando, una bodega. La formación hace posible todo ello. Necesitamos profesionales para crear equipos, que sean capaces de potenciar las habilidades de cada miembro, de tal forma que el todo sea mucho más potente.

–¿Está ilusionado por ser el director académico del Máster en Dirección y Gestión de Bodegas?

–Mucho, porque es todo un reto gestionar la mayoría de edad de este máster. Durante cuatro años nos hemos comprometido a aportar conocimientos y personal de Abadía Retuerta para ayudar a crear un programa formativo, que también nos permita contactar con grandes profesionales de otras zonas, de otras denominaciones de Origen y de otros países, que aporten visiones diferentes. Creo que tenemos los mimbres, y ahora solo hace falta convertirlos en un bonito cesto y ponerlo en el mercado de la forma más atractiva posible. Y esto se consigue con la formación. Veo un gran potencial en este máster porque percibo la actitud positiva de la Escuela de Negocios de la Cámara de Valladolid, con un equipo muy profesional detrás que gestiona el día a día, y creo que hace muy bien colaborando con empresas con experiencia.

–¿Es ambicioso con este máster?

–Sí, queremos convertirlo en el máster de las bodegas por excelencia, y que sea tan necesario que decidan matricularse en él profesionales de otras comunidades y de otros países.

–¿Cree que se puede conseguir?

–Por supuesto, pero tenemos que tener una hoja de ruta en la que seamos realistas y vayamos dando los pasos correctos, y cada año vayamos consiguiendo nuevos hitos.

–Pero ¿cómo hacerlo?

–Buscando colaboraciones, tanto con instituciones financieras, que ayuden a financiar el máster a alumnos que necesitan facilidades de pago, como con denominaciones de Origen, y no solo de Castilla y León. De hecho, este máster incluye visitas a bodegas de Burdeos –durante varios días–, Rioja y otras grandes zonas vitivinícolas del mundo. Queremos que los alumnos del máster tengan una visión amplia del sector. Siempre es bueno ver otros modelos, ver cómo gestionan, por ejemplo, el enoturismo..., y todo es formación, que debe ser continua. Yo siempre pongo como ejemplo la ITV de los vehículos, que debe pasarse cada año para que puedan circular, y la formacion viene a ser lo mismo para que los profesionales trabajen en equipo y sepan cuál es su aportación. Considero vital dignificar el trabajo de cada uno de los miembros de una bodega, y esa dignificación pasa por ganar seguridad –motivar para crecer–, y eso se consigue con una formación como el máster que dirijo.

–Y con la colaboración de profesionales de alto nivel...

–Eso es fundamental para abordar aspectos como la digitalización, vital en este sector. Contaremos con sesiones 'online' con profesionales de Napa Valley –intentaremos que acudan físicamente, aprovechando su posible presencia en la Feria de Enoturismo que se celebra en Valladolid, la mejor del mundo, o aprovechando sinergias a través de Feria de Valladolid, consejos reguladores...–. Es importante que estos profesionales compartan sus experiencias con los alumnos del máster. Y luego contaremos con colaboraciones de empresas importantes, y entre todos poder contar con ponentes internacionales.

–¿Es importante profesionalizar aún más el sector?

–Sin duda. Necesitamos formar a los profesionales para que se sientan orgullosos de lo que hacen y que conquisten el mundo junto con la calidad de sus productos, una calidad que ya tenemos. Es importante que este sector siga evolucionando con una gestión cada vez más profesionalizada para conseguir que esa botella que se pone delante de un consumidor de una forma atractiva sea la elegida frente a otras.

–Este máster también quiere dejar claro la importancia que tiene el mundo del vino dentro de la sociedad...

–Sí, porque estamos en una industria milenaria que fija población, paisaje, cultura, artesanía, y va ligado a la gastronomía, y todo ello se traduce en puestos de trabajo.

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