Una feria que invita a quedarse

La trigésimo quinta edición de la Feria de Cuéllar se ha organizado con el objetivo de que el público no acuda únicamente a dar un paseo y visitar los stands, sino que sea un punto de encuentro y una cita que invite a quedarse, buscando que sea una feria para comprar y disfrutar, para lo cual, durante el fin de semana, la muestra contará con distintas actividades paralelas como catas, conciertos, presentaciones y demostraciones.

Así, la Feria de Cuéllar llega un poco más lejos de la compra-venta, incluyendo opciones de ocio para los distintos perfiles de visitantes de la muestra, que se desarrollarán en unos escenarios que tendrán como fondo el castillo de Cuéllar, un monumento declarado Bien de Interés Cultural.

Gracias al apoyo de Alimentos de Segovia, cuyos productores contarán con varios stands, el escenario de demostraciones albergará a lo largo del fin de semana cuatro catas, en las que se maridarán productos de la provincia. A mediodía serán vinos cuellaranos con embutidos ibéricos también de la localidad, mientras que las tardes se han reservado a las cervezas artesanas que se degustarán acompañadas de dulces.

Cada una de estas catas tendrá un coste de dos euros y los beneficios se destinarán al Centro de Iniciativas Turísticas Villa de Cuéllar. Los pases se pueden adquirir de forma anticipada en Tenerías y la sala Alfonsa de la Torre, y en la propia feria en el caso de que no se completen las plazas, establecido en medio centenar. Además, en el bar que se instalará junto a los escenarios, habrá distintas degustaciones de productos.

Tampoco faltará la música, que llegará de la mano de conciertos de distintos ritmos que se desarrollarán a mediodía y durante las tardes, con el fin de acompañar a aquellos que opten por quedarse en el recinto ferial en las horas en las que habitualmente suele haber menos público. Así, el sábado a mediodía en la feria sonarán las canciones más conocidas de las bandas sonoras de las películas de Tarantino, mientras por la tarde será el turno del rock and roll de Los Brazos.

Para amenizar la hora del vermut del domingo se ha optado por la música castellana y de la tierra, que llegarán, como no podía ser de otra manera, con los sones de las dulzainas y los ritmos del tamboril; mientras que los últimos coletazos de la feria estarán animados por un cuarteto que combina el blues antiguo del sur de Estados Unidos con un toque actualizado.

A todo ello se sumarán demostraciones de productos de algunos de los expositores que acudirán a la cita, entre los que se encuentran maquinaria industrial o productos de pastelería. Además, para completar la programación, durante la mañana del domingo tendrá lugar la presentación de los paneles y la red de sendas de la comarca de Cuéllar, un proyecto llevado a cabo por José María Yagüe y Tomás Marcos.

Con todo ello se pretende que quienes se acerquen hasta el recinto ferial se queden en el mismo, generando actividad económica con su compra directa y participando en las catas, observando las demostraciones de productos y disfrutando de los espectáculos culturales musicales. El objetivo, que los visitantes se sientan a gusto y se puedan tomar su tiempo para realizar sus compras.

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