Economía Social, un valor en alza dentro del tejido productivo castellano y leonés

«Juntos somos invencibles». Esta fue la frase más escuchada en la jornada de presentación del novedoso informe 'El impacto socioeconómico de los valores y principios de la Economía Social en Castilla y León', realizado por Abay Analistas Económicos S. L., realizado a instancia de la Cátedra de Cooperativismo y Economía Social de la Universidad de Valladolid –con Mª Eugenia Serrano, su directora, a la cabeza–, gracias a la subvención económica de la Junta de Castilla y León, con el objetivo de obtener una muestra del estado de situación actual de las entidades que fomentan la Economía Social (ES), que actualmente representa el 5,5% del tejido productivo en esta comunidad autónoma.

Durante la jornada, se puso de manifiesto la colaboración de la Junta de Castilla y León con la Cátedra CoES. La ayuda económica de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo ha permitido realizar diversas campañas de difusión de la Economía Social, siendo este informe un fiel reflejo de estas aportaciones.

La jornada, que tuvo lugar en la Facultad de Comercio de la UVa, fue inaugurada por Susana Álvarez Álvarez, vicerrectora de Innovación Docente y Transformación Digital; José Antonio Salvador Insúa, decano de la Facultad de Comercio, y por Emma Fernández, directora general de Economía Social y Autónomos de la Junta de Castilla y León.

Todos ellos pusieron en valor las entidades protagonistas de la Economía Social, aquellas que se rigen por algunos principios orientadores entre los que cabe destacar la primacía de las personas y del fin social sobre el capital; la aplicación de los resultados obtenidos de la actividad económica; la promoción de la solidaridad interna y con la sociedad que favorezca el compromiso con el desarrollo local, la igualdad de oportunidades, la cohesión social, la inserción de personas en riesgo de exclusión social, la generación de empleo estable y de calidad y la sostenibilidad, y la independencia respecto a los poderes públicos.

El informe cuantifica el impacto socioeconómico actual de los principios y valores de las empresas y entidades de ES en Castilla y León, que incorporan, en mucha mayor medida que la economía mercantil, a colectivos de trabajadores con dificultades específicas de acceso al empleo (mayores de 55 años, personas con discapacidad, personas en situación o riesgo de exclusión social y personas de baja cualificación), y que se ubican, mayoritariamente, en municipios menores de 40.000 habitantes, contribuyendo a la creación de actividad y empleo en ciudades intermedias y zonas rurales –el 7,2% de las empresas y entidades y el 5,5% del empleo pertenecen a la ES, mientras que el 43,5% de las empresas jóvenes de la ES de mercado se ubica en estas áreas–.

La jornada continuó con la mesa redonda 'Exposición y análisis del resultado del informe de la situación de la Economía Social en el ámbito de Castilla y León', moderada por Carlos Lozano, responsable de Relaciones Laborales de CEPES. En ella, Gregorio García Brunellí, presidente de ACEECYL y representante de los Centros de Iniciativa Empresarial , reconoció que «los Centros Especiales de Empleo son empresas especiales porque trabajan con un colectivo especial pero perseguimos el mismo objetivo que una empresa privada, la única diferencia está en el reparto de beneficios».

A su vez, Pablo Sánchez Pérez, presidente de FEACEM CyL, representante de los Centros Especiales de Empleo de Iniciativa Social, aseguró que «somos las únicas entidades que tenemos la capacidad de ofrecer una oportunidad de empleo a personas con discapacidad y de garantizar su bienestar social y la cohesión social».

También participó Fco. Javier Alonso Miñambres, director de UCTAVA, representante de la Federación de Cooperativas (no agrícolas) de Castilla y León, quien mostró «nuestro interés en el emprendimiento, en la creación de empleo a través del modelo cooperativo, teniendo en cuenta que gran parte del emprendimiento colectivo en el que se incorporan nuevas empresas mercantiles –un 46% con menos de 9 trabajadores y en muchos casos autónomos– encajarían bien en una figura como la cooperativa de trabajo».

Rubén Molina Pascual, gerente de AEMTA CyL, lamentó el desconocimiento y la falta de información de la fórmula de la Sociedad Laboral, «un modelo extraordinario tanto para el emprendimiento joven como para el maduro», y Álvaro Retortillo Osuna, director general de la Fundación Santa María la Real, señaló que existe «un reto enorme para enganchar a la gente joven en las distintas fórmulas de la Economía Social porque, como se ha demostrado, desarrollan territorio en una comunidad como la nuestra que al final tiene tanta dispersión».

Miguel Santos González, presidente de FECLEI, representante de empresas de inserción, explicó que su objetivo «es dar oportunidades laborales a las personas en riesgo de exclusión social o a las personas que peor lo tienen para encontrar un empleo, y que éstas salten a la empresa ordinaria», y Jorge Villarreal, responsable del Departamento de Servicios y Asesoramiento de URCACYL, destacó la importancia que tiene la Economía Social en Castilla y León, «por el peso que tienen empresas del sector agroalimentario, que aglutinamos a casi 500 cooperativas en total, con casi 40.000 agricultores y ganaderos».

Todas las entidades participantes coincidieron en alabar la preocupación mostrada en todo momento por la Junta de Castilla y León a la hora de fomentar la Economía Social de la región, alabando la colaboración realizada por parte de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo CyL.

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