Hay momentos que cambian vidas. De las empresas, también. Así le sucedió a Cascajares el 26 de enero de 2023 cuando ardió su fábrica de Dueñas. En tiempo récord, en solamente dos semanas, empezó a producir de nuevo en una nave alquilada en el municipio vallisoletano de La Cistérniga. «Salimos vivos y salimos rápido. La sociedad se volcó con nosotros. Incluso Su Majestad, el rey Felipe VI, vino a acompañarnos esa semana a Dueñas. Cuando lo pierdes todo y te toca volver a empezar, pero lo haces con tantas manos tendidas, te das cuenta de que lo que has recibido lo tienes que devolver», confiesa Alfonso Jiménez, su presidente, quien tiene muy claro que «la vida consiste en dar y en recibir»; en ser agradecido y solidario, pero, más aún, cuando a uno le han ayudado como a Cascajares.
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Un cartel con el nombre de la empresa sobrevivió aquella fatídica noche al pasto de las llamas. Ese cartel, tan solo ocho meses después, volvió a recibir a los empleados en la planta de Dueñas. Por el camino, la solidaridad fue toda, como también «la rigurosidad y profesionalidad de Reale Seguros, que cubrió el gran siniestro que arrasó la fábrica». Para entonces, las sinergias entre las entidades ya existían, pero estas se reforzaron merced a la sensibilidad por lo acontecido. «Hay una parte más comercial, y es que hemos vuelto a suscribir nuestro seguro con ellos, pero, sobre todo, está la parte social; la más humana», reflexiona Jiménez. Con base en esta, y a través de sus fundaciones, Cascajares y Reale Seguros han tejido una red de solidaridad que recientemente ha impactado en afectados por la DANA de Valencia, desarrollando una línea de diez becas de estudios para jóvenes con pocos recursos que gestionará Casa Caridad, organización de asistencia social que es un referente en la zona.
«Antes de celebrar su última subasta benéfica, Cascajares nos propuso participar, y esta es una de las asociaciones con las que llevamos muchos años colaborando en la Comunidad Valenciana. Casa Caridad atiende a personas que se encuentran en riesgo de exclusión, como personas que están en la calle o con capacidades diferentes, incluidos, enfermos, y les ayudan a poder ser autosuficientes de una manera muy individualizada», narra Pilar Suárez-Inclán, directora de Relaciones Institucionales de Reale Seguros y directora de Reale Foundation en España. No dudaron, por tanto, en participar, a sabiendas, además, de que el proceso de reconstrucción de la zona afectada por la DANA será largo y de que esas diez becas serán de mucha ayuda a sus beneficiarios.
«La educación es algo que nos preocupa y, en la medida de lo posible, tratamos de fomentar que aquella persona con capacidades para estudiar pero que no tiene medios para hacerlo, pueda desarrollar sus aptitudes», expone Suárez-Inclán, quien considera que estos estudios «incentivan y favorecen la autosuficiencia y la autonomía de la persona». Así lo cree también Alfonso Jiménez, que refrenda que la colaboración, en este sentido, se produjo también de una manera orgánica y natural. «La empleabilidad de los jóvenes a través de la formación se podría considerar la razón de ser de nuestra fundación y Casa Caridad nos presentó un proyecto con esta orientación y con el que nos identificamos mucho. En Valencia ha habido cantidad de familias que han perdido sus casas, sus negocios e incluso a personas, y si podemos ayudar a que esos jóvenes salgan adelante, fenomenal», dice esperanzado el presidente.
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La que forman Cascajares y Reale Seguros es una alianza importante en Castilla y León que, así, se ha unido de manera transversal a un proyecto en otro territorio azotado por una catástrofe natural. No obstante, sus dos fundaciones han venido colaborando con Casa Caridad desde hace ya tiempo. «Fundación Cascajares estuvo a nuestro lado en momentos de gran sufrimiento como fue la covid y lo vuelve a estar ahora y Reale Foundation es un socio generoso, leal y fundamental para la continuidad y para el cumplimiento de nuestros fines», explica Luis Miralles Torija-Gascó, presidente de la organización.
En total, merced a la ayuda económica de Fundación Cascajares, que proviene de la XXV Subasta de Capones de Cascajares, serán unas 50 las becas que Casa Caridad brindará a jóvenes «para que inicien o continúen sus estudios», con el a de que la DANA «no trunque su formación, y por tanto, su futuro». Estas becas se entregarán a jóvenes cuyas familias se han visto afectadas por este fenómeno meteorológico y se desarrollarán a través de convenios suscritos con Centros de Formación Profesional y entidades similares. De ellas, diez provendrán de los fondos donados por Reale Foundation a través de la adquisición de un capón en dicho evento solidario.
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De este modo, dos entidades arraigadas en nuestra comunidad participarán conjuntamente en la acción social de una tercera, que ofrece servicios personalizados a través de trabajadores sociales y de voluntarios. «Contamos con dos centros de acogida temporal con 128 plazas, de las que 23 se han puesto a disposición de nuevas emergencias, además de con tres escuelas infantiles para 150 niños de 1 a 3 años, con los programas escuela-familia para sus familiares, de un comedor diario para personas sin hogar que cuenta con 60 plazas y con 21 viviendas supervisadas del Proyecto Fénix», condensa el presidente, Luis Miralles Torija-Gascó. «Se trata de un proyecto muy bonito», define lo que hacen Alfonso Jiménez, presidente de Cascajares, que no duda en seguir apoyándolo. «Es asombroso todo lo que hacen», refrenda Pilar Suárez-Inclán, directora de Relaciones Institucionales de Reale Seguros y directora de Reale Foundation en España.
En la raíz de Reale Seguros, así como de Reale Foundation, está la apuesta por el territorio donde la entidad se encuentra arraigada. Con base en esta premisa, ha desarrollado su alianza con Cascajares, que, en Castilla y León, les ha llevado a participar también de manera conjunta en el proceso de recuperación del incendio que asoló la Sierra de la Culebra, en Zamora. Asimismo, Reale Fundation ha promovido otros proyectos solidarios, en colaboración con otras entidades. «Llevamos mucho tiempo ligados a la Fundación Atapuerca, con dos becas a investigadoras que, además, intentamos que sean de la zona», asevera Pilar Suárez-Inclán. Asimismo, han colaborado con REDMADRE, que ayuda a madres sin recursos, con un comedor social del rural palentino, o con la Junta de Castilla y León y Fundación ASTI en el fomento de la formación científica de las chicas jóvenes de nuestra comunidad, entre otros.
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