El arte de la disección«Es un complemento de su aprendizaje; la disección que no pueden hacer en clase»

Batas blancas, guantes de látex y bisturí. Los alumnos del XIV Curso de Disección Anatómica de la Facultad de Medicina comienzan las clases. Estos 24 jóvenes, en su mayoría procedentes de la titulación de Medicina, participan desde el pasado lunes en el curso de verano organizado por el Departamento de Anatomía y Radiología de la Universidad de Valladolid. Hasta el próximo día 24 tienen una cita todas las mañanas de lunes a viernes para aprender la práctica de la disección de cadáveres humanos.

El completísimo programa incluye disecciones de cabeza, tórax, abdomen y extremidades bajo la tutela de los profesores del departamento María Mercedes Barbosa Cachorro, Félix Jesús De Paz Fernández e Isabel Julia San José Crespo. La seriedad y concentración en el trabajo por grupos se palpa; las piezas que realizan se depositan en el fondo de documentación y servirán para las prácticas de los alumnos de Anatomía del año siguiente.

El coordinador del curso, el profesor titular de la Facultad de Medicina y director del Museo Anatómico, Juan Francisco Pastor Vázquez, explica que en su mayoría se trata de estudiantes de primero y segundo de carrera. «Desde hace catorce años oficialmente llevamos a cabo este curso», relata. «Son experiencias muy buenas tanto para los profesores como para los alumnos, que pueden hacer en estos días lo que durante el curso normal no se puede porque son demasiados en clase». «Es un taller muy práctico y necesitan estar supervisados», concluye Pastor.

Para María Díez Blanco, de segundo de Medicina, no es la primera vez que participa en esta iniciativa. «Me apunté al curso por repetir la experiencia del año pasado, aunque en este hemos cambiado un poquito la disección. Ahora estamos trabajando con unos cráneos y cerebros y el año pasado trabajamos con manos». «Me parece un curso interesante, aprendes muchísima anatomía, y el ambiente con los compañeros es estupendo», asegura.

Aunque durante el curso ya han estudiado cadáveres en las clases de Anatomía, «ser tú quien abre los cuerpos da un poco de respeto», reconoce María. Sin embargo, para esta joven la experiencia resulta «fascinante». De hecho, confiesa que «no me importaría para nada ser forense o trabajar con cadáveres, me parece un trabajo muy interesante».

David Casalduero es el único estudiante de este año que no procede de la titulación de Medicina. Para este alumno de Nutrición «la anatomía es un campo muy atractivo; el primer día de trabajo resulta un poco impactante pero luego te acostumbras».

Piezas para el estudio

Durante las jornadas del Curso de Disección, los estudiantes preparan las piezas que los alumnos del año siguiente verán en las clases de Anatomía. Desde las diez de la mañana el olor a formol impregna la sala. Mediante el manejo del instrumental que se les aporta, los participantes del curso de verano determinan la estructura del cadáver y proceden a su disección en grupos de tres o cuatro, ayudados por los profesores encargados. El tiempo pasa rápido trabajando y a las 13.30 horas comienzan a recoger y a limpiar la sala de disección. Los cuerpos con los que se ha trabajado se embolsan y guardan dentro de las cámaras frigoríficas de la sala de disección hasta la mañana siguiente.

Las piezas finalizadas se depositan en el fondo de documentación del Departamento de Anatomía y Radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, que posee la colección osteológica más renombrada de España, tanto en huesos humanos como en huesos de animales.

Lidia Martínez Virumbrales es otra de las alumnas a las que no les importa aprender durante sus vacaciones. Estudiante de primero de Medicina, esta joven de 18 años opina que «esta experiencia es muy útil para nosotros porque la parte de diseccionar, al fin y al cabo, es la que más te va a servir en el futuro, aunque luego vamos a hacer una exposición general, esto es lo más interesante». Para Lidia «el trabajo con los cuerpos no es tan impactante como pueda parecer, hay que tener en cuenta que nosotros ya hemos visto disecciones en las clases de Anatomía».

Exposición

Como colofón al curso, en la jornada de clausura del martes 24 de julio tendrá lugar la exposición de las piezas más destacadas que hayan realizado los estudiantes, en un acto público que comenzará a las 10.00 horas en el anfiteatro López Prieto de la Facultad de Medicina.

Según el coordinador del curso, Juan Francisco Pastor Vázquez, la respuesta de todos los alumnos en este año ha sido «muy buena», aunque muchos de ellos se quejan en los primeros días de que «tienen agujetas en los dedos de usar el material médico durante tanto tiempo seguido, sobre todo porque no tienen experiencia». Nadie dijo que el arte de la disección fuera fácil, aunque, por lo que parece, sí fascinante.El profesor de la Facultad de Medicina y director del Museo de Anatomía de la Universidad de Valladolid, una eminencia en su campo -premio a la divulgación universitaria en el 2002-, es el coordinador del XIV Curso de Disección Anatómica.

Según Juan Francisco Pastor, esta experiencia supone «un complemento para los estudiantes; poder hacer la disección por ellos mismos es algo que no pueden hacer durante el curso normal porque son demasiados en clase». «La ventaja es que así pueden saber si este campo de la Medicina les gusta y si podrían dedicarse a ello en el futuro», concluye.

Pastor confiesa que los estudiantes no se impresionan demasiado durante las disecciones, ya que «los alumnos son de primero y segundo; ya han visto la anatomía, así que no les pilla de sorpresa el manejo de cadáveres. Tampoco si proceden de otras titulaciones que no sean Medicina; tanto en Nutrición como en Óptica, por ejemplo, han visto algo de anatomía humana.»

Al terminar el curso los alumnos realizan una presentación de las piezas elaboradas, en la que, según el coordinador de la actividad, «exponen durante unos diez minutos con una presentación en 'powerpoint' las cuatro o cinco imágenes más representativas, contando qué es la sección que han disecado, cómo lo han hecho el objetivo es, por una parte, que los estudiantes enseñen a los demás lo que ellos han disecado, y también que se habitúen a exponer y hablar en público».