Países de juguete: conociendo algunas de las naciones más pequeñas de Europa

Un total de 50 países forman el bonito entramado que compone Europa, entre ellos destacan algunos considerados verdaderas potencias a nivel mundial, líderes en turismo, economía, innovación y desarrollo, entre otros campos. Naciones inmensas como Rusia o Turquía y otras diminutas, pero no por ello menos bellas.

Considerado como el Estado más pequeño del mundo, con sus escasos 0,44 kilómetros cuadrados y menos de 1.000 habitantes, se encuentra situado en el corazón de Roma. Mundialmente conocida por ser el corazón y enclave principal de la Iglesia Católica, alberga entre sus murallas verdaderos tesoros. La mitad de esta ciudad- estado la ocupan los jardines homónimos. Allí también es posible contemplar la grandilocuente Basílica de San Pedro, la Plaza de San Pedro, los Museos Vaticanos o la archiconocida Capilla Sixtina. Todos estos atractivos y su privilegiada situación hacen de Ciudad del Vaticano uno de los países más visitados del mundo.

El pequeño Principado de Andorra encuentra su hogar en la imponente cordillera de los Pirineos, entre dos países punteros del panorama europeo, Francia y España. Desde ese magnífico enclave, con sus 468 kilómetros cuadrados vigila un entorno privilegiado donde la naturaleza es la verdadera protagonista. Hasta allí se acercan cada año miles de turistas en busca de aire puro y desconexión. Es habitual la práctica de deportes de montaña y senderismo. Sorprende la cantidad de patrimonio artístico y cultural que acumula un país tan pequeño, la arquitectura local no pasa desapercibida y materiales como la piedra o la pizarra se dejan ver continuamente. Todo ello sin olvidar la presencia de arte románico, con más de 40 ejemplos repartidos por todo el país.

El Principado de Mónaco se sitúa en plena Costa Azul francesa, uno de los destinos europeos de sol y playa más demandados en época estival. El Mar Mediterráneo domina la zona y se convierte en un elemento fundamental para turistas y locales. Puede presumir de tener la mayor densidad poblacional de Europa con alrededor de 38.400 personas repartidas en tan solo dos kilómetros cuadrados. Cada año llegan hasta allí centenares de millonarios con el objetivo de disfrutar del lujo de Mónaco, lucir sus yates y presumir de coche. Además de todo esto, también es conocido por su famoso Gran Premio de Fórmula 1 y su magnífico casino. Un hermoso destino no apto para todos los bolsillos.

El principado de Liechtenstein se localiza en el corazón del continente, limitando con Suiza y Austria en un enclave fascinante entre los Alpes. El caudaloso río Rin acaricia el límite del país marcando la frontera oeste y dejando a su paso estampas de cuento. Verdes campos e imponentes picos marcan la tónica habitual de un paisaje decorado por torres y castillos. En las últimas décadas este pequeño país se ha convertido en uno de los referentes europeos en cuanto a turismo de montaña se refiere. Es posible practicar esquí, caminar a través de sus rutas de senderismo o pasear a caballo. La capital, Vaduz, es su núcleo urbano más destacado, claro ejemplo de arquitectura tradicional alpina.