Qué ver en Valladolid en un fin de semana

Cualquier fin de semana es bueno para visitar Valladolid. Pero cuando solo se cuentan con dos días se complica la decisión de cuáles son los lugares que no pueden faltar en ese tour por la ciudad del Pisuerga. Por ello, te proponemos un listado con una serie de propuestas que consideramos imprescindibles para conocer Valladolid en un fin de semana. El resto, para la segunda visita.

Empezamos por lo fácil. Seguro que ya estaba en tu lista de lugares que ver sí o sí. Uno de los espacios más conocidos de la capital vallisoletana, por lo que no puedes perderte la que es una de las primeras plazas mayores de España. Anterior a la de Madrid y Salamanca para muchos, especialmente si son vallisoletanos. En ella se puede ver la casa consistorial, con su porte imponente desde 1908.

La Plaza Mayor está presidida por al estatua del Conde Ansúrez, primer señor de Valladolid y una de las figuras más importantes de la historia de la ciudad y de su desarrollo. Si te animas a pasarte por la ciudad del Pisuerga, aquí puedes descubrir la historia completa de este emplazamiento vallisoletano y cómo ha cambiado durante los siglos para llegar a ser de color rojo.

Cerquita de la Plaza Mayor tenemos otro de los puntos de reunión más importantes de Valladolid, la Plaza de Zorrilla. El emplazamiento está presidido por la estatua de José Zorrilla, poeta vallisoletano que tiene su nombre repartido por varios lugares en la ciudad. En el centro del lugar encontramos una gran fuente donde es típico acercarse a celebrar los ascensos del Real Valladolid. Sin ir más lejos el último fue hace unas semanas.

El edificio tan imponente que se ve en la imagen es la Academia de Caballería, que acaba de superar sus cien años de vida. Un monumento de gran valor que sirve de lugar de estudio, formación y preparación para los oficiales del ejército de tierra. Las últimas incorporaciones a la plaza han sido unos arbustos que forman la palabra Valladolid y una estatua de Miguel Delibes, otra de las figuras literarias más importantes de la historia de la ciudad.

El pulmón de Valladolid tiene una de sus entradas en la Plaza Zorrilla, que da acceso a un paseo principal y desde donde podemos acercanos a diferentes puntos de interés dentro del parque. El más emblemático y el más querido por los niños es el estanque, donde se pueden ver algunos animales como patos, ocas o cisnes. Cerca se encuentra la fuente de la Fama, donde siempre se dejan ver pavos reales, otro de los atractivos del Campo Grande. Entre la fauna que habita el parque también se pueden encontrar ardillas, gansos o faisanes. También hay un palomar donde se pueden ver cacatúas e incluso gallinas.

En efecto, en Valladolid hay playa. Una fluvial, en Las Moreras, y que es un lugar perfecto para refrescarse con las altas temperaturas del verano. Con un helado de la mano (en este enlace puedes conocer los mejores helados artesanos de la ciudad), el paseo que recorre el cauce del río Pisuerga es ideal para descubrir desde otro punto de vista los puentes de Valladolid y tener una vista privilegiada del edificio Duque de Lerma. Además, la recompensa final del paseo es poder contemplar el paisaje que junta en la vista a la playa, la torre más alta de Valladolid y el Puente Mayor, que tiene casi mil años de historia. Se construyó en el año 1080.

Uno de los aspectos que más destaca de la catedral de Valladolid es que está sin terminar. No en construcción como otros templos de España, inacabada. Y así se va a quedar. Se comenzó a construir en 1595 por orden de Felipe II y su diseño fue encargado a Juan de Herrera, arquitecto responsable del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Destaca por tener solo una torre, ya que según se relata, la segunda se derrumbó después del terremoto de Lisboa de 1755.

La torre que sí se mantiene es la de la Antigua, que además es uno de los campanarios románicos más altos de España y de la península, título que comparte con la iglesia segoviana de San Esteban. Su nombre hace honor a su fecha de construcción, que data del año 1088, con una última remodelación a finales del siglo XIX. Junta varios estilos, ya que encontramos una zona gótica y neogótica construida en el siglo XIV.

Uno de los lugares con más historia de Valladolid. San Pablo es el lugar donde fueron bautizados los reyes Felipe IV y Felipe II y fue visitada por Napoleón. Así que debes apuntar esta zona en tu lista de lugares imprescindibles que ver en Valladolid. Ubicada en una gran plaza, está enfrentada con el Palacio Real, residencia oficial de los reyes cuando Valladolid fue sede de la Corte y capital del imperio durante el reinado Felipe III.

Justo al lado de la imponente iglesia de San Pablo se encuentra el palacio de Pimentel, lugar de nacimiento de Felipe II. Todo un enclave real lleno de historia y donde destaca la fachada del templo, de estilo gótico isabelino y renacentista.

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