Todavía no se tiene constancia de que el rey de la selva camine a sus anchas por las extensas llanuras de Castilla y León, pero sí sabemos que si por algo destaca la comunidad es por sus castillos. En pleno centro del territorio está la provincia de Valladolid, que alberga decenas de estas fortificaciones y que son fruto del periodo en el que el territorio fue capital del imperio español y de la corte castellana. Estos son algunos de los castillos que todavía se pueden visitar en la ciudad.
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Uno de los castillos más reconocidos de Valladolid, es también sede del Museo Provincial del Vino desde el año 1999. Difícil obviar la vista de la construcción desde la plaza del Coso de Peñafiel, desde donde se puede ver la fortaleza, construida sobre un cerro para aumentar su capacidad defensiva. En términos históricos, el castilo se comenzó a levantar en el siglo X y durante esos siglos fue conquistado por Almanzor para después ser reconquistado por el conde castellano Sancho García.
Construido a mediados del siglo XV por orden de la familia de los Vivero en Fuensaldaña, es el castillo donde Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla firmaron su compromiso matrimonial en el año 1469. A finales del siglo XX y hasta 2007 también fue la sede de las Cortes de Castilla y León antes de que fueran trasladadas a su sede actual en la ciudad de Valladolid. De la fortaleza destaca por encima de todo su torre del homenaje, que alcanza los 34 metros de altura.
Ubicado en Medina del Campo, se tiene constancia de una fortaleza en el emplazamiento desde el reinado de Pedro I, que reinó durante 16 años. No será hasta la época de Juan II, en el siglo XV, que comience la construcción de la fortaleza tal y como se le conoce en la actualidad. Los Reyes Católicos son otras de las figuras que remodelaron el castillo, en su caso para dotarlo de una gran barrera defensiva y una galería de tiro subterránea. En su larga historia ha sido testigo de sucesos como el encierro de la princesa Juana o la huida de César Borgia.
Situado en la localidad homónima, está construido sobre una antigua fortaleza árabe. Sobre esta estructura se reformó como Archivo General del Reino, momento en el que adquirió el aspecto que mantiene en la actualidad. Entre sus funcionas también fue depósito de armas y moneda; durante el reinado de los Reyes Católicos se convirtió en prisión y dentro de sus murallas fueron asesinados algunas personas de gran relevancia, como el obispo de Zamora o el mariscal Pedro de Navarra. Acualmente es la sede del Archivo General de Simancas.
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A 30 kilómetros de la ciudad de Valladolid se levanta este castillo, uno de los mejores conservados de toda la provincia. Declarado patrimonio histórico en el año 1949, doce años después recibió la visita de Charlton Heston, pues fue el lugar de rodaje de la película 'El Cid', también protagonizada por Sofia Loren y dirigida por Anthony Mann. Su construcción comenzó en el siglo XIII y tuvo un papel importante en la guerra de las Comunidades de Castilla, cuando fue escenario de una importante victoria de los comuneros, de donde recibe su apodo.
Su primera mención en la historia data de 1140, cuando la infanta Sancha Raimúnez, hermana del rey Alfonso VII de León, entrega la fortaleza a la Orden de San Juan de Jerusalén. La tradición oral es más interesante y cuenta que su origen está en los caballeros de la Orden Templaria, que habitaron en el municipio. La fortaleza ha sido testiga de los enfrentamientos entre Pedro I y Enrique de Trastámara. En el siglo XV fue destruido y después reconstruido. A pesar de ello, desde el siglo XVIII presenta un estado de ruina, algo que todavía mantiene.
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El castillo de Curiel de Duero es la fortaleza más antigua de la provincia de Valladolid, construida en su origen sobre un castellum romano y se ubica en un cerro rocoso; el punto más alto del término municipal. De hecho, se han encontrado vestigios del siglo IV y sus muros originales se construyeron tres siglos más tarde. La fortaleza fue propiedad de varios reyes, como Alfonso X 'El Sabio' o Fernando III 'El Santo'. El paso del tiempo terminó por convertirlo en ruinas, hasta que fue comprado por una empresa hotelera en 2003.
El conocido como castillo de los Aguilar fue mandado construir a finales del siglo XIV por Diego López de Estúñiga, justicia mayor del rey. Esta compuesto de una torre del Homenaje y tres falsas torres formadas por la elevación de muros almenados, barbacana y un foso de piedra. Enrique III, conocido como 'El Doliente', pasó en la fortaleza largas temporadas durante los primeros años de su enfermedad, que le obligó a relegar parte de su poder a su hermano Fernando de Antequera. Entre los años 1958 y 1960 fue restarurado y convertido en silo. Ahora es centro de actividades sociales y culturales.
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Su construcción comenzó en el año 1183 y en un momento fue la frontera entre los reinos de León y Castilla. Más de cien años después pasó a ser parte de la familia Quijada, tras las voluntades depositadas por María de Portugal en su testamento. Entre sus muros pasó la infancia Jeromín, futuro Don Juan de Austria e hijo del Emperador Carlos I. En la actualidad, el paso del tiempo ha dejado prácticamente en ruinas la estructura.
El castillo de Tiedra se encuentra en la zona noroeste de Valladolid y actualmente es un recuerdo de lo que fue. La muralla, que se perdió tras su demolición, dejó al descubierto la estructura superviviente y que ha sido sometida a diferentes procesos de restauración, el último se mantiene desde el año 2011. Perteneció a la mujer de Alfonso IX, Berenguela de Castilla y su torre del homenaje alcanza los 20 metros de altura.
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