Pereiro retiene el liderato pese a la victoria de Landis en la última etapa alpina
El Tour se decidirá en la contrarreloj del sábado ya que el primero, Pereiro, y el tercero, Landis, están separados por sólo 30 segundos
EFE | MORZINE
Jueves, 20 de julio 2006, 02:00
El estaounidense Floyd Landis, del Phonak, ha logrado su primera victoria de etapa en el Tour de Francia en la llegada a Morzine después de recuperarse de la 'pájara' que sufrió ayer en La Toussuire y culminar una escapada a la antigua ausanza. El abulense Carlos Sastre terminó de nuevo segundo y luchó también por el maillot amarillo pero Oscar Pereiro ha logrado mantenerse como líder con sufrimiento. Aventaja ahora a Sastre en sólo 12 segundos y Landis en 30.
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Landis, de 30 años, ex alumno aventajado del gran Lance, anunció que no estaba muerto, que atacaría y que quería ganar una etapa. Dicho y hecho. Con 5 puertos por delante decidió asaltar la carrera "a lo Bernard Hinault" y tras 140 kms de inmensa y pletórica galopada por delante de los favoritos, se presentó en Morzine eufórico con un tiempo de 5h.23.36. Carlos Sastre (CSC), otra vez brillante, le siguió a 5.42 y el francés Moreau pasó a 5.58.
El batacazo a Pereiro (Illes Balears) ascendió a 7.08, el mismo que se llevó el alemán Kloden (T-Mobile), desfondados después de una eterna persecución. Cadel Evans se dejó 7.20 y Menchov 7.24. Otra revolución en la general en un Tour loco en el que la lógica hace mucho que dejó su sitio al disloque más absoluto.
El sueño de Pereiro se convirtió en una pequeña pesadilla. Tenía el Tour cerca, pero no contaba con la carta que tenía Landis guardada en la manga. Conservó el amarillo con solo 12 segundos sobre Sastre, metido en la pelea, y 30 sobre Landis, que pasó de estar a 8.08 a "empatar" prácticamente con el líder. Kloden se alejó a 2.29, Evans a 3.08 y Menchov a 4.14.
Tardía reacción del CSC ante la opción del maillot amarillo
No esperó mucho Landis para dar su maravilloso golpe de temperamento. En el ascenso al primer puerto, al Col des Saisies (1a, 15 kms), arrancó soltando un órdago fuerte y claro en la carretera que despedía fuego. Pero se armó de valor y mucha agua y salió dispuesto a comerse el mundo. Con la llave del Tour en el bolsillo reaccionó, por fin, el CSC, que veía como las opciones de Sastre podían volar. El T-Mobile también acabó la siesta e incluso tuvo el detalle de dar algún relevo. La etapa ya era una contrarreloj para el americano de Lancaster y una prueba de persecución para el resto.
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A pie del Joux Plane (categoría especial, 11,7 kms) Landis se quitó del "parásito" Sinkewitz y se dispuso a arreglar el Tour. Levitó por las duras rampas del 8,5 por ciento de media, confiado, enrabietado, sabedor de que el puerto que hizo flaquear a Armstrong en 2000 le podía encumbrar a el.
Sin mirar, con sus duchas, hizo cumbre y lanzó un grito de rabia contenida. Acababa de resucitar después del calvario de La Toussuire. No quería homenajes rápidos, pidió calma para esperar resultados. Cuando vio llegar a Sastre, y luego a Pereiro, se dio cuenta de que se había escrito una página de oro en el Tour de la anarquía. El día que abrió su palmarés en la grande boucle. Increíble Floyd.
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El Tour sale de los Alpes camino de París con un recorrido de 197 kms entre Morzine y Macon que componen la decimoctava etapa, penúltima opción para los esprinters y cazadores de etapa.Los favoritos pensarán en la contrarreloj del sábado, los que tienen cuentas pendientes, a luchar.
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