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Imagen promocional de '¡Martita!'. RC
Crítica de '¡Martita!': ocho apellidos granaínos

Crítica de '¡Martita!': ocho apellidos granaínos

La serie pone más el acento en el choque cultural que en otras cuestiones que, a primera vista, podrían resultar menos graciosas, pero más interesantes y agudas

Lunes, 18 de septiembre 2023, 01:09

La lucha entre opuestos es un clásico del humor: el enfrentamiento entre sexos, clases sociales, caracteres o lugares provoca que el chiste surja por contraste. Y de eso hay mucho en '¡Martita!', la serie que protagoniza la cómica Martita de Graná en Atresplayer.

Martita llega ... a Barcelona en busca de nuevas oportunidades y alicientes. Se instala en el piso de una antigua amiga de Granada (Amparo, interpretada por Maru Candel), que le presenta a su pandilla y a su compañero de piso, Cesc (Roger Batalla). Martita, ilusionada, intenta encajar con la gente y con el ambiente de la ciudad, pero le resulta difícil desenvolverse entre tanto moderneo. Y aquí es donde aparece esa vieja lucha entre opuestos: lo provinciano frente a lo cosmopolita, lo auténtico frente al postureo, el jamón de Trévelez frente a la ensalada de tuétanos de crucíferas. Desde ese momento, comienzan los chistes sobre veganos, lenguaje inclusivo, anglicismos, 'hipsters' e 'influencers'.

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